El servicio de Neumología del Complexo Hospitalario de Pontevedra, CHOP, impulsará dos estudios diseñados por su responsable, el doctor Adolfo Baloira. En ellos se investigarán las causas genéticas del enfisema pulmonar y se controlará a pacientes con asma descontrolada.
Además, el equipo participa en otros tres estudios con laboratorios, uno de ellos sobre el COVID-19.
“Somos un servicio muy investigador y muy dinámico y los objetivos que tenemos de aquí a un año vista es empezar varios estudios, algo que abordamos esta semana mismo en la reunión de investigadores”, explica a FARO Adolfo Baloira.
Las investigaciones que parten del propio servicio se iniciarán “en breve” y solo están pendientes de la aprobación del “comité de ética”. Son estudios que diseña el propio equipo de Neumología.
Uno es un estudio genético para conocer el número de mutaciones que puede tener un gen estrechamente relacionado con el enfisema pulmonar, la Alfa 1-antitripsina, “una sustancia que inhibe la activación de las células que en gran medida producen la bronquitis crónica y el enfisema”.
“Somos un servicio muy investigador y muy dinámico y los objetivos que tenemos de aquí a un año vista es empezar varios estudios"
“Son células que se activan mucho cuando se fuma. Hay una enfermedad concreta que conocemos que genéticamente produce que esta sustancia esté muy disminuida. Tenemos pacientes en tratamiento y queremos ver otras mutaciones que pueda haber. A los que vienen a Neumología les haremos, con un consentimiento firmado, un estudio genético para ver cuántas cosas encontramos y si hay mutaciones no conocidas que sean favorecedoras de desarrollar la EPOC. Si conseguimos demostrar esto, después ya lo podríamos hacer de forma rutinaria”, manifiesta.
Esto permitiría, por ejemplo, saber con anticipación, qué pacientes fumadores van a sufrir enfisema pulmonar en el futuro. Por ello en el estudio se quiere incluir a unos 500 pacientes aproximadamente. La idea es empezar el estudio en una semanas y tener todos los resultados para la primavera.
Seguimiento domiciliario
El otro gran proyecto se centrará en el asma y se llevará a cabo en colaboración con la empresa Esteve Teijin, especializada en terapias respiratorias, y la financiación de un laboratorio. A unos 100 pacientes con asma descontrolada se les seguirá en su propio domicilio. “Se les hará incluso la prueba de la espirometría y se les medirá el óxido nítrico, un marcador, con el fin de corregir los errores derivados de la medicación y conocer las causas de que estén mal controlados”, informa Adolfo Baloira.
Junto a otros hospitales
Pero, además, el servicio, junto con los de otros centros hospitalarios, participa o lo hará próximamente en otros estudios impulsados por laboratorios. Uno de ellos, que comenzará en breve, tiene como objetivo el coronavirus y se llevará a cabo con el Aplidin (plitidepsina) de Pharmamar, comprobando la eficacia del medicamento como antiviral.
También tomará parte en otros dos ensayos con fármacos nuevos que son para el asma. “Son fármacos biológicos, es decir, que actúan bloqueando un receptor determinado de una sustancia que estimula las células inflamatorias del asma”, asegura el neumólogo del CHOP.
Se basan en la tecnología de los anticuerpos monoclonales, “que ha revolucionado la medicina”. “Un anticuerpo monoclonal significa un anticuerpo exclusivo dirigido contra un único receptor que se fabrica en gran medida de forma artificial y que tiene muchas ventajas: podemos dar dosis bastantes con habitualmente muy pocos efectos secundarios”, resume.
“Uno de los estudios se hará con un fármaco que aún no se comercializa sobre asmas muy severos que no responden prácticamente a nada y tenemos muy buenas expectativas”, augura Baloira.
El otro ensayo será con otro medicamento “muy parecido a otros que ya existen contra el asma, pero que tiene la ventaja de que se administrará con solo dos dosis al año, frente a los actuales, que son de frecuencia de varias semanas, por lo que supondrá una revolución en este campo”.
Una reducción en los ingresos de hasta el 18%
Por las consultas del servicio de Neumología del CHOP pasan cada año alrededor de 8.000 pacientes. Uno de los objetivos de sus profesionales es disminuir en la medida de lo posible el ingreso de enfermos y el tiempo. “El principio que rige el servicio es que ingresar a un paciente es una anomalía en su vida, con la alteración y riesgos que eso supone. Hay que ingresar cuando no queda más remedio”, considera Adolfo Baloira. “Este año es muy posible que terminemos con entre un 15 o un 18 por ciento menos de ingresos hospitalarios que en 2019, el año de referencia, ya que el de la pandemia no podemos tomarlo como tal. Andaremos en torno a los 1.200 en todo el año”, concluye. Además, la estancia media se ha bajado de siete días y medio a unos cinco o seis.
