Las huertas urbanas continúan germinando en Pontevedra. La calle Ernesto Caballero acaba de estrenar una nueva área de cultivo que suma 19 bancales municipales (dos más de los 17 previstos inicialmente en el proyecto) a los 37 gestionados por el Concello en Conde de Bugallal, en el barrio de A Parda, y a los 22 existentes en el contorno del Mirador, en Monte Porreiro.

Todos los espacios están ya asignados y los adjudicatarios de la explotación de las parcelas, acondicionadas por la empresa de inserción laboral Feito Pontevedra, ya disponen de las llaves para comenzar a trabajarlas y a disfrutar de productos de kilómetro 0, cultivados por ellos mismos.

La nueva huerta urbana, situada entre Ernesto Caballero y las vías del ferrocarril (a su paso por la calle José Malvar), fue realizada por la Concellería de Desenvolvemento Sostible e Medio Natural gracias a una inversión de más de 30.000 euros, que permitió instalar 19 bancales de 14 metros cuadrados, dispuestos con aportaciones de tierra vegetal y compost.

El proyecto incluyó la colocación de un cierre perimetral de dos metros de altura con un portón de acceso cerrado con llave (solo los usuarios disponen de acceso), una llave y un sistema automatizado de riego por goteo con un programador.

Hasta el vergel comunitario se desplazaron este jueves el teniente de alcalde, Tino Fernández; el concejal de Desarrollo Sostenible, Iván Puentes, y la edil de Promoción Económica, Yoya Blanco, quienes supervisaron el resultado de esta intervención y pudieron comprobar cómo empiezan a brotar las primeras plantaciones.

Tal y como constató Tino Fernández, “la nueva huerta ecológica quedó acondicionada con todos los elementos necesarios para su explotación, contando incluso con un compostero para el tratamiento de los residuos agrícolas que permite completar el ciclo de la materia orgánica dentro de la propia finca”. “Es una alegría poder verificar el crecimiento de este tipo de huertas y, sobre todo, la creciente demanda de un servicio que permite cultivar hortalizas frescas sin salir de la ciudad”, señaló el socialista.

Iván Puentes destacó que, dado que la finca carecía de agua, los trabajos también contemplaron la ejecución de una acometida desde la calle Ernesto Caballero por parte de la concesionaria Viaqua. Según explicó, “las obras incluyeron la aportación de material para alcanzar un suelo lo más plano posible, la adecuación de zonas comunes y de paso mediante zahorra y la compactación del pavimento de las mismas, el suministro de una serie de herramientas de uso agrícola para el empleo comunitario y la colocación de una caseta para guardar el material de trabajo y de un cartel con las normas de utilización de los bancales”.

“Las concesiones se otorgaron por orden de la lista de espera y la explotación de la huerta se desarrollará a lo largo de todo el año, con la realización de diferentes cultivos, tanto de invierno como de primavera y verano. Nuestra intención es que, al igual que ocurrió con los bancales del Mirador de Monte Porreiro y la finca de Conde de Bugallal, las dinámicas de gestión de los bancales puedan complementarse con talleres y charla formativas”, avanzó el edil de Desarrollo Sostenible.