Varias inspecciones de la Policía Local de Poio en el transporte escolar, realizadas a petición de los padres del IES de Poio, ha detectado diversas “irregularidades” de funcionamiento, en especial la falta de control de la tarjeta de transporte, “que “no se pide” a los alumnos, o que los estudiantes no se sientan siempre en los mismos puestos, como dictan las normas antiCOVID. Estas anomalías se han comunicado al departamento de Mobilidade de la Xunta.

La Policía Local explica que una revisión se realizó a primera hora de la mañana del pasado día 21 en la Plaza da Granxa, en Campelo. Según los padres, “varios menores no realizan la ruta en el autobús que tienen establecido porque no les permiten subir y los reubican en otra linea, sin pedir nunca las tarjetas de transporte escolar”. También se alertaba de un “incumplimiento del protocolo COVID ya que los asientos en los que viajan estos son aleatorios”.

En esa inspección en Campelo, los agentes verifican que no se pide la tarjeta a ningún usuario y cuatro de ellos se quedan sin sitio, por lo que deben aguardar a otro vehículo. “Los agentes preguntan por el criterio a seguir para dejar a los menores fuera del transporte que tienen asignado, a lo que se contesta que son órdenes de la empresa y que inmediatamente acudirá otro autobús y los recogerá”, señala la Policía Local. En este segundo autobús tampoco se solicita el citado carné.

Estas anomalías se detectaron también este mismo lunes en la parada de la avenida Peirao Besada. También se acudió en alguna ocasión al propio instituto, a la hora de la salida y comprueban que hay alumnos que regresan andando a sus domicilios y dentro del autobús los estudiantes se ubican “en cualquier asiento que está libre”.