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El alcohol encabeza las adicciones en la comarca y aumenta un 25% la cifra de nuevos tratamientos

El enfermero de la UAD organiza la medicación en el dispensario. Gustavo Santos

Los problemas de alcoholismo ya ocupan el primer lugar entre las atenciones en la Unidad Asistencial de Drogodependencias (UAD) de Pontevedra. Ha sido tal el aumento en este sentido, que estos casos han sido los responsables de un incremento de cerca de un 25% en el número de inicios de tratamiento en los últimos cuatro años en el centro, tal y como asegura su responsable, el jefe de servicio, el médico Carlos Martín Picola.

Según la memoria de la UAD del año pasado, el volumen asistencial rozó el millar de pacientes, 946 exactamente, aunque se produjo un ligero descenso respecto a 2019 debido a la pandemia por el COVID.

“En 2020 la pandemia hizo descender los inicios totales de tratamiento cerca de un 29%, pese a que el servicio se mantuvo abierto en todo momento, haciendo turnos el personal en los momentos más críticos del confinamiento”, informa el médico.

El pasado 1 de agosto la UAD de Pontevedra alcanzó el paciente 4.816

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En cualquier caso, en el conjunto del año se produjeron 277 inicios de tratamientos, de los cuales 153 fueron casos totalmente nuevos y los 124 restante correspondieron a reinicios o recaídas, algo habitual entre los pacientes con adicciones.

Se trata de una cifra global similar a la registrada en el año 2015. Desde entonces el aumento había sido continuo y el punto de inflexión se alcanzó en 2019, con 390 inicios.

En el histórico de la UAD, el número más bajo corresponde al año de su puesta en funcionamiento, en 1992, cuando hubo 228 inicios, de los cuales 101 eran nuevos tratamientos y 127 reinicios.

Relevo de la heroína

“Ahora la droga principal con diferencia es el alcohol, seguido del cannabis y la cocaína”, manifiesta Martín Picola.

El pasado 1 de agosto la unidad que dirige desde la década de los noventa alcanzó el paciente 4.816. En sus inicios, la gran mayoría eran los adictos a la heroína, de hecho esta droga y su principal consecuencia, el sida, fueron los detonantes del Plan Autonómico de Drogodependencias de Galicia de 1986, a través del cual se pusieron en marcha centros como el de Pontevedra.

Asimismo, se mantienen alrededor de 300 pacientes crónicos que continúan acercándose hasta las instalaciones de la Praza Valentín García Escudero para recoger sus dosis de metadona, un opiáceo utilizado para tratar la adicción a la heroína.

Muchos de los usuarios son derivados por las unidades de salud mental del área sanitaria o el servicio de Psiquatría del CHOP, ya que la patología dual va en aumento: conjunción de trastornos mentales con consumo de sustancias adictivas.

Demanda de información

Además del trato directo con los usuarios, en la unidad se realizan labores de información y coordinación. El año pasado, sin ir más lejos, se produjeron 100 demandas de información de pacientes y familiares que acudieron a las dependencias.

También con cierta frecuencia acuden profesionales, escolares y público en general demandando información sobre drogodependencias y sida.

Más hombres

El perfil de los usuarios de la UAD de Pontevedra abarca todas las franjas de edad, según indica su responsable, Carlos Martín Picola, pero ocho de cada diez son hombres.

Entre los más jóvenes destacan los adictos a las nuevas tecnologías, o lo que se conoce como primeros casos de “hikikomori”, que se manifiestan en personas en las que la falta de contacto social y el aislamiento prolongado tienen un gran efecto y en los que los videojuegos se convierten en un marco de referencia.

Presentes en 13 concellos

La UAD de Pontevedra nace en virtud del convenio suscrito a finales de 1991 por la Consellería de Sanidade y el Concello de Pontevedra. Se puso en funcionamiento en 1992. El área sanitaria que abarca comprende los municipios de Pontevedra, Marín, Poio, Vilaboa, Barro, Campo Lameiro, Cerdedo-Cotobade, A Lama, Moraña, Ponte Caldelas, Forcarei y Soutomaior, con una población estimada cercana a los 170.000 habitantes.

La red de tratamiento de conductas adictivas de Galicia cuenta con centros en 13 municipios, de los cuales la mayoría dependen de los concellos, como es el caso de Pontevedra. También hay cuatro que son gestionados por ONG.

La UAD de la capital de la provincia cuenta con un médico director, (Carlos Martín Picola, que se jubilará a principios de octubre) un médico psiquiatra, dos psicólogos, un enfermero, dos auxiliares de clínica y una trabajadora social.

Todos ellos dependen a nivel funcional del Sergas, pero están contratados por el Concello de Pontevedra, de ahí que tanto este como buena parte de los trabajadores vengan desde hace años reclamando la transferencia de competencias a la Xunta.

Los profesionales de la Unidad Asistencial de Drogodependencias de Pontevedra se forman continuamente, de modo que están preparados para participar en jornadas, cursos, seminarios y reuniones que traten cuestiones sobre las adicciones, tanto como conferenciantes como en coloquios o mesas redondas.

El responsable de la UAD de Pontevedra, Carlos Martín Picola, destaca que la dotación del centro con un fondo documental y bibliográfico le facultará para actuar como referencia y atender las demandas que en este sector se formulan dentro de su área sanitaria, tanto por parte de profesionales como de la población.

Un año clave en la lucha por la integración en el Sergas de los centros de atención de drogodependencias

El año podría ser clave en la lucha de los centros de atención de drogodependencias de Galicia dependientes de los concellos (como es el caso del de Pontevedra) para su integración en el Servizo Galego de Saúde, Sergas. Son varias las acciones que tienen en marcha y que han surgido de una reunión a principios de 2021 por videoconferencia de sus responsables.

“El detonante fue la vacunación”, explica el jefe del servicio de Pontevedra, Carlos Martín Picola, “porque no nos incluyeron en los grupos de personal esencial”. “Ya teníamos pensado manifestarnos ante los centros reclamando que nos vacunasen cuando nos dieron el aviso de que lo harían al día siguiente. La primera dosis nos la administraron el 24 de febrero y la segunda el 17 de marzo”. Este incidente no hizo más que aumentar su malestar porque llevan años considerándose trabajadores cedidos ilegalmente.

“A partir de entonces nos reunimos periódicamente y tomamos decisiones y medidas para lograr que los centros dependan del Sergas, ya que es la Xunta quien tiene las competencias en materia de salud”, subraya el médico. Por ello elaboraron una serie de documentos explicando la situación de la red desde sus inicios que han sido enviados al Concello de Pontevedra, a la Concellería de Benestar Social, al área sanitaria de Pontevedra y O Salnés, al jefe de Psiquiatría del CHOP, a diferentes colegios profesionales y a instituciones varias recabando apoyos.

“También se solicitó una entrevista con el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, pero por razones de agenda nunca se celebró”, informa Marín Picola. En un manifiesto firmado el 23 de abril pasado varios directores de los centros solicitaron al gobierno autonómico “la integración progresiva de esta red en el marco de un Plan de Atención a los Trastornos Adictivos, en la Asistencia Especializada en Salud Mental”.

Por otro lado, la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) emitió el pasado agosto un informe en el que se pide el traspaso de las unidades al Sergas “de forma ordenada”. Advierte de que en los próximos cuatro años se producirán más de 30 jubilaciones en estos centros, la mayoría de personal sanitario.

Asimismo, esta próxima semana se debatirá en el Parlamento gallego una proposición no de ley presentada por el PSdeG en el que se insta a la Xunta a que asuma las competencias “que le corresponden en materia de sanidad” e inicie con urgencia “el proceso de gestión y financiación íntegra” de la Unidad Asistencial de Drogodependencias de Pontevedra “con todo su personal”.

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