El colectivo Difusión Felina ha denunciado el intento de envenenamiento de una colonia de gatos controlada por el Concello de Pontevedra en la calle Ramón Otero Pedraio. Como resultado, han muerto dos de los animales "y no murieron más gracias a la rápida intervención de un repartidor y una cocinera", que lograron salvar al resto de la colonia al retirar el veneno.
Con intención de matar a todos los gatos, alguien echó veneno en unos recipientes preparados por las camareras de un local de hostelería cercano en una zona señalizada en la que se informa de que se trata de una colonia controlada por el gobierno local, atendida por Difusión Felina y las trabajadoras, que velan por el cuidado de los animales. "Los recipientes están tapados por una caja donde se avisa que es zona de comida de gatos, así que quien lo hizo sabía bien dónde podría causar el mayor daño, y tuvo que apartar la caja para poder echar el veneno", denuncia la organización sin ánimo de lucro.
Los dos animales que sí llegaron a comer alimento con veneno experimentaron desorientación, pérdida de equilibrio, convulsiones, hinchazón corporal, epilepsia y finalmente murieron. Se trata de un proceso muy doloroso para cualquier animal, por eso Difusión Felina destaca la crueldad con la que actuaron las personas.
Además, apunta que en esta zona se encuentra el local de hostelería y "allí juegan niños y adultos con los gatos, pudiendo acabar la historia aún peor".
Las colonias controladas están debidamente señalizadas para información de la ciudadanía y compuestas por gastos esterilizados cuyas orejas tienen un pequeño corte para identificarlos.
Necesidad imperiosa de acogidas y adopciones
Difusión Felina hace un llamamiento porque necesita casas de acogida y adoptantes y recuerda que "estamos desbordados", ya que no dejan de aparecer gatos, tanto adultos como bebés, abandonados.
La diferencia entre las casas de acogida y las adoptantes es que las primeras sirven de paso intermedio y dan un hogar provisional a los animales mientras no les sale una familia definitiva. Difusión Felina es quien corre con los gastos de manutención de esos animales, salvo que la casa de acogida se ofrezca a ello voluntariamente.
Es importante recordar que esta protectora no cuenta con instalaciones para albergar animales, sino que se trata de un grupo de voluntarios que destinan de buena fe sus propias casas a acogerlos, por lo que están muy limitados. Aún así, es digna de elogio su trayectoria y como hasta ahora han conseguido familias para cientos de gatos desde que comenzaron con este duro, pero gratificante, proyecto.
