La Diputación aprobó ayer en pleno una declaración institucional contra el cierre de oficinas bancarias en el rural y en la que los grupos con presencia en la corporación provincial (PSOE, PP y BNG) apelan a sumar esfuerzos para encontrar soluciones a la pérdida de servicios financieros en los municipios menos poblados.

La presidenta provincial, Carmela Silva fue la encargada de leer el texto consensuado por todos los grupos (PSOE, PP y BNG) y en el que instan a sumar esfuerzos para revertir el cierre de oficinas bancarias en el rural pontevedrés. La Diputación se posiciona así “en la defensa del interés general de la provincia” y en especial de los concellos rurales de menor población.

La institución defiende que las oficinas bancarias “prestan un servicio presencial básico” que resulta “imprescindible” en este entorno rural donde “abunda población de avanzada edad sin las competencias digitales necesarias para operar desde los portales de banca electrónica” siendo estas oficinas “el único recurso” al alcance de estas personas.