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Venta de nichos online: una moda "ilegal"

Proliferan los anuncios de compra-venta de parcelas en los cementerios de Pontevedra a través de diferentes páginas web de artículos de segunda mano EEl gobierno local subraya que no se puede hacer negocio con suelo público

Personas limpian una zona de la parte nueva del cementerio de San Mauro. | // GUSTAVO SANTOS

La segunda mano está de moda. Cada vez hay más páginas en Internet en las que se pueden encontrar todo tipo de productos usados, desde ropa, hasta juguetes, pasando por dispositivos electrónicos y un largo etcétera; en los últimos años, además, este sector no ha dejado de crecer, ampliando su oferta con bienes de mayor valor, como coches, pisos y locales comerciales, entre otros. El mercado de la segunda mano lo abarca prácticamente todo, incluso propiedades tan insólitas como nichos y panteones en los cementerios.

Desde hace meses proliferan los anuncios para la venta de espacio en estos lugares de descanso eterno. Concretamente en el cementerio de San Mauro, de titularidad municipal, hay varias ofertas para la venta de nichos, con precios que oscilan entre los 1.500 y los 3.500 euros, aunque también hay quien prefiere no desvelar qué cantidad pide e insta a negociar por teléfono o en persona. Algunos de estos anuncios llevan meses en diferentes páginas de Internet, en las que se van renovando cada cierto tiempo, y en todos se recalca que se trata de nichos en propiedad, a perpetuidad.

Sin embargo, y según confirman desde el Concello de Pontevedra, este tipo de negocios no son legales porque se trata de suelo público, ni siquiera aunque en los anuncios se apunte que la compra se haría ante notario, y esta operación podría suponer incluso un delito de estafa. La Administración local puede dar autorización para llevar a cabo un cambio de titularidad en un nicho o panteón del camposanto, pero porque entiende que las personas implicadas lo hacen de buena fe, sin transacción económica de por medio. Es decir, el Concello interpreta que no hay una venta, porque no es legal, y que ese traspaso de la titularidad se hace gratuitamente a un familiar o amigo cercano.

Desde el año 2009 no se conceden en ninguno de los cinco cementerios que dependen del Concello de Pontevedra parcelas a perpetuidad –o en propiedad– porque se entiende que no se puede hacer negocio con el suelo público. Además, esto agravaría los problemas de espacio que presentan habitualmente. Son muy pocos ya los nichos y panteones que quedan en estas condiciones en Pontevedra. Desde entonces, las concesiones, que se adjudican mediante oferta pública, son por un período máximo de 75 años. Al finalizar, revierten al Concello.

Es precisamente por esto que no es fácil que las parcelas que están vacías en alguno de los camposantos se compren porque es necesario construir el panteón –con la correspondiente licencia municipal con un proyecto redactado por un arquitecto– y a los 75 años revierte todo al Concello, parcela y construcción, por lo que nadie suele solicitar la adjudicación.

Según explican desde la Administración local, en la misma oferta pública se sacan una serie de nichos en régimen de concesión por 75 años y otros en régimen de alquiler. Este alquiler es por un período de cinco años, renovable por una única vez y por otros cinco años, por lo que a los diez años caduca la concesión y los concesionarios tienen que retirar los restos existentes. De no hacerlo, se exhumarían los mismos y se depositarían en la fosa general, aunque lo más habitual en estos casos es que la familia deje libre el nicho y opte por la incineración de los restos.

Este es el proceder en los cementerios que dependen del Concello de Pontevedra –San Mauro, Lourizán, Campañó, Bora y Ponte Sampaio–, pero después están aquellos que no son de titularidad municipal, sino que dependen directamente de las parroquias, en los que el sistema de concesiones y ventas se regirá según el modelo de gestión en cuestión.

El cementerio de San Mauro encarará una nueva ampliación que se prolongará durante varios años y se ejecutará en diferentes fases y gracia a la cual se construirán 312 nuevos columbarios –88 de suelo, 13 columnas de cuatro columbarios, 20 de cinco y 12 pilares con seis de estos espacios–, habilitándose también una zona para acoger ceremonias, tanto religiosas como laicas.

Esta intervención responde al auge de la incineración y a que actualmente no hay espacio disponible en los columbarios del camposanto pontevedrés.

Cabe recordar que en España no está permitido tirar las cenizas al mar o dejarlas en zona pública, se considera un delito grave contra el medio ambiente. De ahí que, además de la opción de dejar las urnas en columbarios o panteones en el cementerio, también hayan surgido empresas que ofrecen el servicio de esparcir en el mar las cenizas de una persona fallecida cumpliendo con la ley. De una forma u otra, el del descanso eterno es también un negocio de larga duración y con muchas alternativas.

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