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Entre pelos y burbujas

Clementina Iglesias dando unbaño a Kala. Rafa Vázquez

Cuando Kala llegó a la familia de Clementina Iglesias fue toda una revolución. Era la primera perrita de su vida, la primera que adoptaban, y desconocían muchos de los cuidados que debían tener estas mascotas. Por eso cuando llegó el momento de bañarla se dio cuenta de que en casa era “imposible” e incluso se desplazaron de Pontevedra a Vigo en busca de algún servicio de lavado para mascotas.

La incorporación de Kala a la familia coincidió tiempo después con el despido de Clementina, y puesto que todavía estaba en edad de trabajar, pensaron que quizás era buena idea emprender y montar su propio negocio.

De aquel cúmulo de circunstancias fue cómo en 2017 nació en Pontevedra, en el barrio de Monte Porreiro, el primer autolavado de mascotas: Autolavados Kala. Cuenta Clementina Iglesias que “al principio no teníamos ni idea, empezamos de cero buscando por Internet e informándonos y sin saber nada hemos aprendido y hoy en día tenemos un local perfectamente equipado y en el que ofrecemos un servicio integral”.

Una joven lavando a su mascota en Autolavados Kala. Rafa Vázquez

Así, Iglesias explica que el uso del autolavado es “muy sencillo”. Los clientes tan solo tienen que llevar a sus mascotas y situarlas en una bañera que cuenta con desinfección automática. Tras introducir las monedas, los dueños de los perros pueden darles un baño de 10 minutos, en el que se incluye el champú, un antiparasitario, el aclarado y una opción para el secado.

“Es parecido a un autolavado de coches. La persona selecciona los botones que le interese. Además, disponen de delantal y también de una mesa aparte para cepillar a los animales. También se pueden traer su propia toalla por si el perrito no quiere el secador, porque algunos se ponen muy nerviosos con el ruido”, señala Iglesias.

Tras varios años en Monte Porreiro, finalmente los propietarios de Autolavados Kala decidieron trasladarse a un nuevo local situado en la calle José Adrio Barreiro, y Clementina Iglesias asegura que “cada vez son más personas las que hacen uso de él por su comodidad y porque es muy necesario”.

Es parecido a un autolavado de coches. La persona selecciona los botones que le interese

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En este sentido, esta pontevedresa apunta que “a partir de pequeñas promociones con las que invitábamos a los dueños de los perros a probar el servicio, conseguimos que cada vez vinieran más personas y, desde entonces, todo aquel que lo prueba ya no vuelve a bañar a su mascota en casa, porque les resulta muy cómodo”.

Clementina afirma que Pontevedra es una ciudad con muchos perros y, de ahí que tengan “muchísima demanda”. Es por esto que además del servicio de autolavado poco a poco han ido ampliando su negocio y en la actualidad también cuentan con un servicio de peluquería canina y también con otro de recogida y entrega a domicilio de la mascota en un horario ininterrumpido de 8.00 a 22.00 horas: “Intentamos ofrecerles a las personas un pack completo porque sabemos de buena mano lo necesario que es disponer de un espacio como este”, indica la propietaria de este autolavado de mascotas pontevedrés.

Autolavados Kala no es el único establecimiento de este tipo en la ciudad, y es que Pondal Spa se sumó posteriormente, ofreciendo también un sistema manual y otro automático para higienizar a los animales de forma cómoda y económica.

En este caso, por dos euros, en Pondal Spa se puede poner en marcha una máquina manual que ofrece un lavado de unos cuatro minutos, en los que se incluyen el enjabonado, aclarado y secado. Asimismo, también cuenta con una máquina automática que efectúa todo el proceso mediante un sistema de pulverizado.

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