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A Lanzada recupera sus ritos y romería

Una pequeña comitiva sacó la imagen de la santa para celebrar la misa solemne en el exterior de la capilla. C.S.

Cuenta la tradición que al amanecer las mujeres casadas que quieran quedarse embarazadas, así como aquellas solteras que quieran encontrar pareja, deben meterse en el agua y dejar pasar sobre ellas nueve olas, para que de esa forma se cumpla su petición. El baño solo tendrá efecto si el sol aún no aparece por el horizonte y la luna debe de estar en creciente o llena, momentos en que las mareas son más fuertes y las aguas alcanzan sus límites de flujo.

Tras un año sin celebraciones por motivo de la pandemia del COVID, la ermita de A Nosa Señora da Lanzada recuperó ayer la romería gallega más famosa por los rituales vinculados a la fecundidad femenina o también conocidos como el “baño de las nueve olas”. Así cientos de fieles se acercaron al santuario para participar de la tradición, ritos y culto en honor a la Nosa Señora da Lanzada.

A media mañana, un gran flujo de personas caminaba hacia la pequeña península en la que se encuentra situada el templo de estilo románico. Diferentes puestos de productos gastronómicos gallegos daban la bienvenida a los romeros que si querían acceder al recinto debían hacer uso de la mascarilla.

El último acto litúrgico de la mañana, antes de la misa solemne, se celebraba en el exterior del santuario, mientras numerosos fieles se congregaban en el exterior de la capilla para acceder a su interior y poder realizar el conocido como “rito de barrer” contra el mal de ojo.

Una mujer realizando el "rito de barrer" en el interior de la capilla. FdV

Tras finalizar la misa de las 12.00 horas, llegó uno de los momentos más esperados de la romería con la celebración de las tradicionales “poxas”, ofrendas a la virgen que la organización subastaba entre los asistentes con el objetivo de recaudar fondos para la santa. Los primeros productos en salir fueron las plantas y flores que alcanzaron precios de entre 20 y 30 euros, para posteriormente dar paso a distintos objetos como cuadros que fueron adjudicados por 270 euros y finalmente terminar con la subasta de dos ovejas que alcanzaron un precio de 80 y 90 euros.

Algunos romeros incluso devolvían los productos adquiridos para que la gente volviera a pujar por ellos y hacer más peto o simplemente al terminar, lo dejaban como ofrenda a la virgen.

Una vez terminada la subasta, aunque no tuvo lugar la tradicional procesión de todos los años, una pequeña comitiva, acompañada de la banda de música, sacó al exterior la imagen de A Nosa Señora da Lanzada de la capilla para celebrar la misa solemne en su presencia.

Posteriormente, los asistentes pudieron degustar platos tradicionales de la gastronomía gallega en una de las carpas instaladas.

Tres giros con la escoba contra el mal de ojo

Desde tiempo inmemorial los romeros acuden al santuario de A Nosa Señora da Lanzada con el objetivo de expulsar de sus vidas el mal de ojo y “lanzar o meigallo”, de ahí que al finalizar la misa de las 12.00 horas de ayer, numerosos devotos se acercaran hasta la capilla para realizar el conocido “rito de barrer”. Siguiendo el protocolo de medidas COVID, los fieles formaron una hilera en el exterior del templo para acceder por turnos, respetando así el aforo establecido. Una vez en el interior, aquellos que buscaban la curación o la protección contra el mal de ojo recorrieron el espacio entre el ábside y el retablo para efectuar la práctica exorcitante de barrer el suelo girando tres veces en sentido contrario a las agujas del reloj y depositar tres monedas en el peto para expulsar el mal.


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