El área sanitaria Pontevedra-O Salnés reduce de forma constante el número de casos activos de COVID pero la presión asistencial no cede. Todo lo contrario, no deja de crecer. Este viernes, el área cuenta con 731 casos activos, 64 menos que el día anterior, tras constatarse 95 nuevas altas, pero ya son 22 los pacientes que necesitan atención hospitalaria, cuatro más que el jueves. Cinco de ellos se encuentran ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos de Montecelo.

Este aumento de los ingresos y el ritmo de fallecimientos (18 en menos de un mes) constituyen el apartado más negativo de una evolución general que el propio Sergas considera "positiva". Los 731 casos activos actuales suponen un descenso del 76% con respecto a los más de 3.000 contabilizados a finales de julio. Desde entonces la cifra se reduce a una media de 90 curados al día y ya se llega a 20.149 personas que han superado el COVID en el área desde el inicio de la pandemia.

Este viernes se contabilizaron 30 casos nuevos mediante diversas pruebas diagnósticas y la mayor parte de los municipios de la comarca ya no se encuentran en riesgo máximo de contagio, una situación se que registra cuando se superan los 250 casos a 14 días por cien mil habitantes. A día de hoy solo están por encima de esa barrera Sanxenxo, Poio, Cotobade, Ponte Caldelas y, especialmente A Lama, que incluso supera los 500. En este último municipio se realizó el jueves un cribado para más de 400 citados entre 15 y 40 años, pero apenas acudió un 20%, lo que ha generado malestar en el Concello.

Este sábado hay otro cribado, este vez en Cerdedo-Cotobade, con 1.300 convocados entre 30 y 49 años. Se desarrolla en el pabellón de Tenorio.

El municipio de Pontevedra, por su parte, cuenta este viernes con 218 casos activos, un 75% menos que el 31 de julio, cuando se llegó a la cima de contagiados de este quinta ola con 866 enfermos. Desde entonces, el descenso ha sido progresivo, a un ritmo de 24 curados al día.