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Los embalses de la comarca se encuentran al 94% de su capacidad pese a un agosto seco

Estado del embalse de Pontillón de Castro en la jornada de ayer. Rafa Vázquez

Hasta que llegó el mes de agosto, el verano parecía haber pasado de largo en la comarca de Pontevedra y en el resto de la comunidad gallega. Si bien en julio de 2020 las estaciones de Meteogalicia en Lourizán y Campolongo arrojaban valores alarmantes en cuanto a precipitaciones, pues no hubo ningún registro en todo el mes resultando este extremadamente seco, la comparativa con los valores de este 2021 dista con la realidad vivida el año anterior, puesto que los valores de precipitaciones acumuladas en la comarca de Pontevedra se situaron entre los 40 y los 60 litros por metro cuadrado.

Así lo recogen los datos publicados en el resumen del Informe climatológico de Meteogalicia en relación al pasado mes de julio, donde también se refleja que, junto con la comarca de O Barbanza y la comarca de O Xallas, fue en el municipio de Cuntis donde se registraron las precipitaciones acumuladas más elevadas de toda Galicia, alcanzando estas cerca de 120 litros por metro cuadrado, aproximadamente.

Es quizás este el motivo de que, a pesar de las olas de calor registradas desde que dio comienzo el mes de agosto, los embalses de la comarca de Pontevedra se encuentren prácticamente al máximo de su capacidad.

Según el Boletín Hidrolóxico de la Augas de Galicia que recoge la evolución de los recursos hídricos en la comunidad, los embalses de la comarca presentan una ocupación del 94%. En concreto, tanto las presas de Pontillón de Castro, en Pontevedra, como la del Umia en Caldas de Reis, se sitúan a un nivel del 94,31%, una cifra que los posiciona como los cuartos de la demarcación hidrográfica Galicia-Costa con mejores reservas de agua. Estos tan solo se ven superados por las presas de Forcadas, Beche y Vilagudín, situados en la provincia de A Coruña y que se encuentran al 97,81%, 95,72 y 97,63% de su capacidad, respectivamente.

Otros recursos hídricos

Junto a los valores de los embalses de Pontevedra y de Caldas de Reis, cabe destacar el volumen de reservas de la presa de Eiras, que se mantiene al 93,56% de su capacidad, mientras que en toda la demarcación hidrográfica Galicia-Costa, el embalse de Vilagarcía de Arousa es el que peores cifras presenta, ya que tan solo registra un nivel de ocupación del 34,86%.

En este sentido, la presa que abastece a una parte de la comarca de O Salnés tan solo se ve superada por la de Barrié de la Maza, en A Coruña, que en la actualidad presenta un nivel de ocupación del 34,78%.

En su conjunto, a día 16 de agosto, fecha de publicación del último boletín hidrológico elaborado por Augas de Galicia, las presas de abastecimiento a la población incluidas en la demarcación del territorio costero están, en su conjunto, al 90,72% de ocupación media, una cifra superior a la registrada el año pasado en este mismo período. Concretamente, los valores actuales suponen un 10,44% más que en agosto de 2020, tal y como reflejan los datos hechos públicos el pasado lunes por la Xunta.

Otro dato destacable es que el volumen de recursos hídricos de aquellos embalses destinados a uso hidroeléctrico o industrial registran en la actualidad unos niveles de reserva de agua del 66,61%, lo que supone un 2,5% más de ocupación media que el año pasado en estas fechas.

En la última década

Por otra parte, a la hora de establecer una comparativa de la ocupación del conjunto de embalses que integran la demarcación hidrográfica Galicia-Costa, en la que se incluyen las presas de Pontillón de Castro y de Caldas de Reis, respecto a la última década, el informe de evolución de los recursos hídricos de la Xunta de Galicia revela que, el cómputo global de las reservas se han mantenido prácticamente al mismo nivel en la época estival que hace diez años y, salvo un leve descenso en los meses de abril y mayo, la capacidad de las presas del litoral atlántico incluso ha sido superior de enero a marzo de 2021 y de diciembre de 2020 a enero.

A este respecto, cabe destacar que en estos períodos de tiempo la ocupación media de los embalses de la demarcación Galicia-Costa, tanto de abastecimiento para la población como de uso hidroeléctrico o industrial, se mantuvo entre el 80% y algo más del 90%, mientras que en 2010 las reservas de agua oscilaban entre el 60% y el 80% de la capacidad de las presas.

Asimismo, en cuanto a los valores concretos de los embalses de abastecimiento a la población, tales como es el caso de Pontillón de Castro y el de Caldas de Reis, en la última década apenas han registrado variaciones relevantes, manteniendo una ocupación media similar a la registrada hace diez años.

Temperaturas insólitas, precipitaciones “normales”

Los valores recogidos por Meteogalicia en su resumen del Informe climatológico respecto al pasado mes de julio revelan en el mapa de anomalías que la temperatura media en muchas localidades gallegas fue fría. Así, en dicho documento puede observarse como las Rías Baixas y el sur de la provincia de Pontevedra, además del litoral sur de la provincia de A Coruña, fueron las zonas que registraron los valores más negativos de anomalía de temperatura.

Asimismo, cabe destacar que en el conjunto de la comunidad gallega, la anomalía de temperatura media según los valores de este mapa elaborado por los expertos resultó de -0.6 ºC, una cifra que sitúa al mes de julio de este año como el más frío de prácticamente la última década y cuyo precedente fue el de 2012.

Por otra parte, a pesar de que durante el pasado mes de julio es cierto que se registraron pocas horas de luz y aunque pueda parecer que se produjeron precipitaciones más abundantes de lo normal, los expertos indican que “las lluvias solamente alcanzaron cantidades normales en puntos de Pontevedra y del sur de A Coruña”.

En este sentido, teniendo en cuenta el resto de valores recogidos en toda la comunidad gallega, la conclusión con respecto a julio de 2021 es que gran parte de las localidades gallegas computaron cifras de un mes relativamente seco, puesto que según apuntan los expertos, “en general, los frentes que llegaban no eran muy activos, por lo que en la mayor parte de las ocasiones no pudieron dejar lluvia generalizada”.

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