Desde la asociación de funcionarios de prisiones "Tu abandono me puede matar" (TAMPM), con representación en el Centro Penitenciario de A Lama, denuncian que el pasado 5 de agosto un interno del módulo de Aislamiento agredió a tres funcionarios y a un jefe de servicios. Según la asociación, los hechos ocurridos se deben a la falta de respeto y autoridad que ese y otros muchos internos tienen hacia los funcionarios de prisiones y hacia la Institución y que, en este caso, se materializaron en insultos, amenazas, lanzamiento de objetos, resistencia activa y escupiendo al jefe de servicios, que hicieron necesaria la intervención de los funcionarios usando los medios coercitivos reglamentarios para reducir al interno y obligarle a deponer su actitud. A consecuencia de esta intervención resultaron lesionados tres funcionarios de diversa consideración y necesitaron atención sanitaria en el propio centro. Según relatan, esta agresión se suma a otros muchos incidentes que en pocos días han ocurrido en este centro (incendios provocados en celdas, roturas de ventanas, intentos de suicidio, peleas entre internos...) desobediencia, amenazas e insultos "como pan de cada día", lamentan.

Desde la asociación entienden que estas agresiones se deben a varios factores, pero uno de los más importantes es la falta de personal. "Si los internos no perciben que están siendo vigilados en todo momento, si no sienten el poder coercitivo de un número suficiente de funcionarios de vigilancia, es cuando les surge la idea de que ellos son los que tienen el control de la prisión, y esta percepción es la que multiplica la posibilidad de que un interno agreda o amenace a un funcionario. Actualmente, en este centro, faltan por cubrir 40 plazas de vigilancia y otras tantas en otros departamentos. Se trabaja diariamente con muchos menos funcionarios que el mínimo que impone la propia administración en caso de huelga. Las direcciones de los centros tratan de solucionar este problema con mediadas “alegales” como es la realización de jornadas laborales “extras” que no tienen el apoyo de las plantillas por entender que el problema es lo suficientemente importante como para abordarlo a nivel general y solucionarlo aumentando la plantilla actual, no haciendo que una plantilla ya saturada haga mas jornadas de las legalmente asumidas".

En el citado departamento de Aislamiento se encuentran los internos mas conflictivos y, según apuntan desde TAMPM, estas agresiones tienen un efecto llamada que se debe evitar. "Por eso es fundamental demostrar en estos departamentos la capacidad coercitiva de la institución. Hace unos años y gracias a que la plantilla era casi la total recomendada para este centro, cuando ocurrían este tipo de incidentes, podían acudir cinco o seis funcionarios de vigilancia más el jefe de servicios, ahora únicamente acuden tres funcionarios. Esto merma el poder intimidatorio de la institución, sobre todo si tenemos en cuenta la edad media de los funcionarios. Los internos conflictivos suelen ser jóvenes, de unos 20 o 30 años, y se pasan todo el día en el gimnasio musculando su cuerpo, mientras que los funcionarios de vigilancia son considerados por la propia administración penitenciaria como simples funcionarios civiles, sin ser agentes de la autoridad, sin preparación para este tipo de problemas y con una edad media en nuestro centro de 52 años", explican.