Los fallecimientos a consecuencia del COVID en los últimos ocho días en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés han hecho saltar las alarmas sobre la gravedad de la cepa Delta del virus, la dominante en la actualidad. Ocho muertes en apenas una semana, cinco de ellas registradas en el CHOP y tres en el Hospital do Salnés, tres hombres y cinco mujeres, todos con patologías previas y mayores de 87 años excepto una mujer de 81, es el rastro que ha dejado el coronavirus en los últimos días y que ha elevado la preocupación entre la población.
“No parece que la cepa Delta ni la Delta plus sean más graves en cuanto a mortalidad, porque ha habido una mortalidad menor en general, pero hay dos factores que influyen directamente en esta situación: la edad de la mayor parte de la gente que se infecta, en torno al 70%, está por debajo de los 45 años, y algunos de los que se infectan están ya vacunados, lo que hace que la enfermedad sea más leve”, apunta el jefe de Neumología del CHOP, el doctor Adolfo Baloira, que intenta enviar un mensaje de tranquilidad: “Que está cepa sea más letal no está claro. En esta tercera ola hemos llegado a sobrepasar los tres mil casos activos, nunca se había llegado a esa cifra y, sin embargo, tanto la tasa de ingresos como de fallecidos, al menos en nuestra área, ha sido muchísimo más baja”.
Pero hay muchas variables que influyen en esta situación, especialmente las patologías previas de los afectados, y las circunstancias están cambiando constantemente. Por ahora, los expertos perciben que los síntomas son los mismos independientemente de la cepa. “La única diferencia con la cepa británica es que pueden pasar más días hasta que se hace positiva la PCR. Si antes la mayoría de los individuos resultaban positivos entre el día 3 y el 5, ahora es entre el día 5 y 7. Crece un poquito más lentamente y también persiste un poco más, los síntomas pueden persistir hasta 12 o 14 días, cuando con la primera cepa el promedio era que a partir del noveno o décimo día los síntomas desaparecían”, explica el doctor Baloira.
Por cuarta jornada consecutiva, el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés registró ayer una ligera bajada de casos activos de COVID. En total hay 2.894 positivos, 31 menos que el lunes, gracias al balance entre altas tramitadas y nuevos contagios registrados, con 135 personas que superaron la enfermedad y 104 nuevos infectados, detectados a través de un total de 1.445 pruebas diagnósticas (entre PCR, antígenos y otras).
Por municipios, bajan los casos en tres de los cuatro principales concellos de la comarca. Solo la capital pontevedresa registró una subida de un caso con respecto al lunes, hasta un total de 837. En Sanxenxo la caída fue de 11 casos (351 en total), en Marín, de siete (213 en total) y en Poio, de cuatro (147 en total).
El área sanitaria mantiene 35 pacientes COVID ingresados en planta de hospitalización, tres menos que el lunes, así como una persona más en la unidad de Cuidados Críticos del Hospital Montecelo, donde hay siete pacientes graves.
Desde el inicio del plan de contingencia del COVID-19 han fallecido en el área sanitaria 189 pacientes.
Además, ayer se reanudó la vacunación masiva de la población después de tres jornadas en las que la única actividad se realizó el domingo y con apenas 400 personas convocadas en turno de repesca. Ayer fueron citadas 3.230 personas de entre 20 y 29 años para recibir la primera dosis de Pfizer en el Recinto Ferial de Pontevedra y también menores de edad a través de la autocita. La programación para hoy contempla a 2.053 personas de entre 30 y 39 años convocadas para recibir las segundas dosis de Pfizer.
Para el doctor Baloira, la progresión en la inmunización será clave para ir aplanando la curva en esta quinta ola, en la que no debería haber más repuntes grandes. “Dije hace tiempo que me parecía importante que el estilo de vida o las restricciones dependieran de estar o no vacunado. Ahora esto se ha puesto en práctica y se ve que está teniendo efecto. Es muy difícil de prevenir, pero creo que deberían ir las cosas a mejor”, finalizó el jefe de Neumología.
Barro, Portas y Vilaboa suben a nivel alto de restricciones
El comité clínico que asesora a la Xunta en la gestión de la pandemia decidió ayer, a última hora de la tarde, elevar las restricciones en varios municipios de la comarca de Pontevedra, aunque en los cuatro principales concellos no hay cambios, continuando Sanxenxo en nivel extremo y Pontevedra, Marín y Poio en nivel alto, en el que también seguirá Ponte Caldelas y al que suben Barro, Portas y Vilaboa. Además, en nivel medio permanecerán Caldas de Reis y A Lama, a los que se une ahora Cuntis.
Por otro lado, el Concello de Sanxenxo informó ayer de la realización de nuevos cribados poblacionales dirigidos a personas mayores de 12 años para los viernes 6 y 13 de agosto. Las pruebas se realizarán en el Centro Multiusos de Portonovo, en horario de 9.00 a 20.30 horas. Los interesados en participar podrán solicitar cita a través de la web del Sergas. También se podrá acudir sin cita, pero tendrán prioridad quienes sí la tengan.
Concentraciones de ocho sindicatos por la situación de la Atención Primaria
Los sindicatos Prosagap, CIG, UGT, Omega, CSIF, CCOO, Satse y CESM, “en vista de la mala gestión de los recursos humanos y el consiguiente aumento de la presión asistencial a la que todos los trabajadores están sometidos”, han convocado concentraciones para esta mañana, a las 10.30 horas en el centro de salud de Baltar, en Sanxenxo, y a las 13.30 horas en el Hospital Provincial de Pontevedra.
Por otra parte, a raíz de las declaraciones del alcalde de Sanxenxo, Telmo Martín, en las que acusaba a los facultativos del centro de salud de Baltar y del Punto de Atención Continuada (PAC) de “olvidarse de sus responsabilidades” y estar “más centrados en hacer política”, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) ha manifestado su más absoluta repulsa a unas palabras que tildaron de “incomprensibles, irresponsables y, por supuesto, absolutamente desconsideradas e injustas con los profesionales”. Desde el sindicato sanitario destacaron que estas declaraciones también resultan desconsideradas para con los vecinos del municipio y “con los miles de turistas que cada año hacen más próspera la localidad, y que merecen una atención digna y resolutiva”, apuntaron.
