La Policía Local de Marín recibió una llamada en torno a las 10.00 horas de ayer cuando un vecino avisó de que un vehículo circula en sentido contrario por la PO-11, la llamada “autovía de Marín” en sentido Pontevedra por la calzada más próxima a la ría.

Se trataba de una vecina de la villa, de 72 años, “que no sabía ni en qué punto había accedido a la PO-11 por el sentido contrario”. Cuando fueron a su búsqueda, los agentes comprobaron que un vehículo rojo circulaba por el carril izquierdo mientras los coches que conducían correctamente cambian de carril violentamente y le dan ráfagas de luces.

Los locales se consiguieron alcanzarla a la altura del astillero de Placeres hasta que la conductora redujo la velocidad. Inmediatamente lograron parar la circulación de vehículos en sentido a Marín.

Los dos primeros vehículos que pasaron a la altura del Policía Local detuvieron los coches a unos 800 metros en el punto justo donde había una reducción de carriles por obras y todos los vehículos debían circular solo por el carril izquierdo, el mismo por el que circulaba la conductora en sentido contrario.

Los operarios de obras que se encontraban reparando los desperfectos de la calzada colaboraron haciendo avisos a los conductores y desviando a la conductora que circulaba en sentido contrario a la zona de obras protegida por los conos.

La conductora fue propuesta para una revisión extraordinaria de las aptitudes psicofísicas para conducir además de ser denunciada por conducción temeraria.

Los agentes de la Policía Local recuerdan que se pudo evitarse lo que hubiese sido una colisión frontal con posibles lesiones de importancia.