La calidad de vida de un lugar también se mide por la forma de gestionar sus residuos y en eso, al igual que en el modelo urbano, Pontevedra comienza a destacar. El Plan Composta, iniciado en julio del año pasado mediante el despliegue de contenedores marrones por todo el casco urbano, tiene su reflejo de éxito en las cifras. Entonces se instalaron 65 colectores a los que a día de hoy se han sumado 26, según indica el concejal responsable de Residuos, Raimundo Gómez Carballo, “a petición de los vecinos”, y contando en la actualidad con “2.155 domicilios anotados al plan de compostaje y 223 establecimientos como restaurantes, bares o fruterías”, lo que representa ya a un total de 5.500 pontevedreses.

Raimundo Gómez destacó “el carácter voluntario” del proyecto para la recogida de residuos orgánicos, algo que “tiene aún más relevancia sobre los objetivos conseguidos”. “Es gracias a la participación de los vecinos que se consigue reducir la llegada de basura a la incineradora, contribuyendo a acabar con la huella de carbono”. Así, según indicó el edil, Pontevedra envió en lo que va de año 2021 un total de 730 toneladas de biorresiduos a la planta de Compost Galicia en Leiro, en “un incremento mensual paulatino”. Las últimas cifras registradas son del mes de junio, “en el que se recogieron 87 toneladas de biorresiduos”, algo que implica, en palabras del concejal, “un ritmo anual de producción de más de 1.000 toneladas por año”.

Desde el Concello confiesan estar encantados con el resultado del programa “no sólo en cuanto a cantidad, sino también por la calidad”. Raimundo Gómez explica que “sólo el 2% de los residuos depositados en los colectores no son biodegradables”, constatando la gran formación y sensibilización de la sociedad pontevedresa en materia de compostaje. De esta forma, y para hacer frente a la gran demanda, desde la concejalía de Residuos se anuncia “la instalación de ocho nuevos centros de compostaje comunitarios”, que se suman a los 30 ya colocados desde el verano de 2016 en barrios como Monte Porreiro, Campolongo o Valdecorvos.

Los nuevos contenedores comunitarios, cuya instalación está prevista “para finales de agosto o comienzos del mes de septiembre, se ubicarán en Campolongo, “donde se colocarán dos nuevos por la sobreproducción de los actuales”; en Pontevedra Leste, “concretamente en la Avenida Virxinia Pereira Renda y el barrio de A Parda”; detrás del Estadio da Xuventude, “en el Camiño Vello de Catela”; en el entorno del Estadio Municipal de Pasarón; el barrio de Monte Porreiro; y en el Parque de Amalia Álvarez.

En el Plan Composta se contempla la posibilidad de solicitar contenedores de uso individual y domiciliario. Una vía que será reforzada “con la apertura de una nueva convocatoria para la solicitud de los colectores para viviendas urbanas y periurbanas que poseen una huerta propia, terraza o atico”.Además, el edil destacó que “ya estamos acabando la colocación de los contenedores individuales en la parroquia de Lourizán y tan sólo falta un 10% de los solicitados en A Canicouva y Pontesampaio”.

El concejal de Residuos quiso incidir en que “no todo son datos” y explicó que muchos de los usos del compost como fertilizante natural van vinculados “con la viticultura, la agricultura, la ganadería, la jardinería o para el tratamiento de los suelos deteriorados a raíz de los incendios forestales”. El Plan Composta es un servicio voluntario y gratuito, basado en tres modalidades: participación mediante el uso de los colectores de color marrón que se hayan repartidos por el centro urbano, el empleo de los centros de compostaje comunitario en los barrios de la ciudad, o bien la solicitud de un colector individual para la vivienda. La inscripción debe realizarse a través de un formulario disponible en la web del Concello de Pontevedra.