Novedades agridulces con respecto a la situación epidemiológica en el área sanitaria de Pontevedra-O Salnés. Por un lado, baja el número de casos activos por primera vez desde el pasado 23 de junio, pero por otro, sube la presión hospitalaria, con cuatro personas más ingresadas, una de ellas grave. La bajada de casos activos, hasta los 3.005 (36 menos que ayer), se debe al gran número de altas que, una jornada más, se tramitaron, un total de 145. Así, en las últimas 24 horas se registraron 109 contagios nuevos.

Por municipios, bajan los casos activos en Sanxenxo y Poio, donde hay 407 (cinco menos) y 167 (tres menos), respectivamente, y suben en Marín hasta los 218, cuatro más. La incidencia acumulada a 14 días disminuye en todos los concellos de la comarca excepto en Vilaboa, Barro, Cuntis, Portas y Moraña. Aún así, la situación sigue siendo preocupante en la capital pontevedresa y en Poio, con incidencias en torno a los 900 casos por cada 100.000 habitantes, y en Sanxenxo, con una incidencia de más de 2.100 casos por cada 100.000 habitantes.

En cuanto a la presión hospitalaria, el área sanitaria mantiene 33 pacientes COVID ingresados en planta de hospitalización (tres más que ayer), 23 en el Complexo Hospitalario Universitario de Pontevedra, tres en el Hospital QuirònSalud Miguel Domínguez Pontevedra y siete en el Hospital do Salnés, así como seis personas en la unidad de Cuidados Críticos del Hospital Montecelo, una más. Asimismo, permanecen 2.966 positivos asintomáticos o con síntomas leves evolucionando en sus respectivos domicilios bajo supervisión médica.

Además, esta mañana comenzó la vacunación a la población de entre 20 y 29 años, que está recibiendo la primera dosis de Pfizer en el Recinto Ferial de Pontevedra. En total se han citado a 4.124 personas para toda la jornada.