La plataforma Touradas fóra de Pontevedra no convocará en este 2021 su movilización contra la feria taurina, después de que la plaza anunciase la suspensión del ciclo, que tradicionalmente coincide con la “semana grande” de las fiestas de la Boa Vila.

Afirman que “pudimos comprobar como tanto la ciudad como el turismo pudieron seguir funcionando... Ni el tejido económico, ni la masa de turistas que siguen acudiendo a la ciudad o los propios pontevedreses, demandaron toros”

Tras celebrar que por segundo año consecutivo no se programen en la ciudad corridas de toros, recuerdan que “desde que la lucha antitaurina comenzó a organizarse hace ya 15 años uno de los argumentos más repetidos era la mala imagen que esta tradición da” a la Boa Vila.

 

Aseguran que en estos dos años sin toros “pudimos comprobar como tanto la ciudad como el turismo pudieron seguir funcionando sin que existiese demanda alguna de corridas de toros. Lo cierto es que ni el tejido económico, ni la masa de turistas que siguen acudiendo a la ciudad o los propios pontevedreses, demandaron toros”.

"En un contexto de pandemia donde notamos la falta del mundo de la cultura y donde miles de profesionales de este sector demandaron ayudas al ser parte fundamental de la dinamización económica, nadie notó dos años sin toros”

Esa falta de demanda tanto por parte del turismo como de los propios locales pone de manifiesto, añaden los antitaurinos, “que como llevamos tantos años señalando, es un espectáculo ajeno al conjunto de la población de Pontevedra y de Galicia”.

 

Añaden que en “un contexto de pandemia donde notamos la falta del mundo de la cultura y donde miles de profesionales de este sector demandaron ayudas al ser parte fundamental de la dinamización económica, nadie notó dos años sin toros”.

Touradas fóra de Pontevedra insiste en que mientras que la población “demandaba cultura segura, esto es, el regreso del cine, teatro, espectáculos musicales etc, nadie demandaba la barbarie que lleva décadas dañando la imagen de Pontevedra”.

Demandan, una vez más, el fin de los toros en Pontevedra, “la reconversión del coso de San Roque en un centro cultural” y el cambio de la Lei de Protección Animal que convierte a los toros en una excepción.