Un piano flotante que descansa sobre dos flotadores catamaranes, y que mece a ritmo de pedal a artistas de distintos países. Es la propuesta de “El pedalOpiano”, un espectáculo que rompe con el esquema del concierto clásico y del que pudieron disfrutar ayer los primeros espectadores en el lago de Castiñeiras.
Éste acogerá hoy y mañana nuevas funciones de este singular concierto en el que intervienen la pianista Violette Prevost, la multiinstrumentista Solenne Garnier, el trompetista hombre rana Damien Bajard y la bailarina Mónica Cofiño.
Arropados por un gran equipo técnico y artístico, propusieron un intenso viaje de estilos, desde los tradicionales europeos a la vanguardia, la canción francesa o las músicas del mundo. Todo ello, recuerdan los organizadores, aderezado con “cantos del este y jazz revisitado, haciendo que las composiciones íntimas confluyan con el ímpetu de la percusión, la salpicadura del viento y el goce de la danza sobre las olas”.
En sus propias sillas y cojines, ya que no se instalaron butacas en el espacio natural, los espectadores disfrutaron de la sorprendente propuesta de este piano cuyos flotadores son ciclopropulsados mediante ruedas-paletas, una insólita mecánica pianística fundida con la selección musical en plena naturaleza.