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Avalancha de pruebas para viajar y entrar en la hostelería

La demanda de test PCR y de antígenos en laboratorios y farmacias de la ciudad se ha disparado en los últimos 15 días | Los laboratorios llegan a multiplicar por cuatro su trabajo

La coordinadora del laboratorio de QuirónSalud procesando pruebas. R.P.

La escalada de contagios y las vacaciones de verano, con cientos de turistas en la comarca, han disparado la demanda de los test COVID en farmacias y laboratorios de la ciudad. Además, la exigencia de presentar una prueba PCR o test de antígenos negativa a aquellas personas que no tienen todavía el certificado de vacunación para acceder al interior de los locales de hostelería ha provocado que el aumento sea todavía mayor. Pero son las planificaciones de viajes al extranjero y la preocupación por la incidencia del virus en Pontevedra los principales factores que han multiplicado el trabajo en estos dos sectores en apenas 15 días.

En la ciudad hay cuatro laboratorios clínicos que realizan pruebas PCR, test de antígenos y pruebas serológicas para detectar el COVID. Son Echevarne, en la Avenida de Reina Victoria; Vithas Lab, en la Avenida de Vigo; Laboratorio de Análisis del doctor Valenzuela, en la calle Oliva, y el laboratorio del Hospital QuirónSalud Miguel Domínguez, en la calle Castelao. La comunicación telefónica con cualquiera de los cuatro en las dos últimas semanas es una misión casi imposible, pues reciben llamadas constantemente tanto para pedir cita para realizarse las mencionadas pruebas, como para informarse sobre cómo actuar en caso de haber tenido contacto con una persona positiva.

“En las dos últimas semanas hemos percibido un aumento significativo tanto en el número de pruebas que hemos realizado como en las consultas”, señala la coordinadora del laboratorio de QuirónSalud, María Prieto, que apunta sobre todo a dos factores: el repunte de contagios en la ciudad y el turismo. Actualmente, la prueba que más realizan es la de antígenos, porque suele permitir una respuesta más rápida a los pacientes, y han llegado a hacer últimamente casi 700 pruebas (entre PCR y antígenos) a la semana.

En el laboratorio del doctor Valenzuela llevan más de dos meses con la agenda llena, pero en las últimas semanas han multiplicado por cuatro los test COVID que realizan: antes hacían uno cada cinco minutos y ahora hacen hasta cuatro. “Hay muchos contagios y mucha gente quiere hacerse una PCR por su cuenta para quedarse tranquila. También hay muchas personas que viajan y necesitan una prueba negativa”, explican.

El incremento en VithasLab de Pontevedra ha sido en torno a un tercio en los últimos 15 días. “Si bien este incremento de la actividad es significativo, lo es más el porcentaje de positivos, ya que a finales del mes pasado, por ejemplo, había en torno a un 5% de positivos y ahora puede rondar el 20%”, apuntan desde el centro clínico. Además, señalan que el perfil del paciente también ha cambiado, “se nota un mayor número de jóvenes y de pacientes con síntomas, leves en su práctica totalidad”.

Hay cuatro tipos de test para la detección del COVID. Por un lado está la prueba PCR, que tiene una sensibilidad muy alta en fase de infección, por lo que detecta si la persona está infectada actualmente, y su resultado se da en 24 horas; puede ser con una muestra de saliva (bucofaríngea) o nasal. Por otro lado está la prueba de antígenos, cuyo resultado se da en cuestión de minutos y se hace con muestra nasal; su sensibilidad es del 100% de 0 a 3 días y del 90% de 4 a 7 días, por lo que detecta si la persona está infectada. Por último, la prueba de serología, que se hace a través de muestra sanguínea y detecta si la persona tiene anticuerpos del virus o si está infectada, con una sensibilidad alta desde el octavo día y muy alta desde el decimoquinto día de infección; el resultado se da en 24-48 horas. Además, está el test de anticuerpos postvacunación, que detecta si se ha creado inmunidad frente al COVID con la vacuna a través de una muestra sanguínea, cuyo resultado se da en 48 horas.

Una persona comprando un test en la farmacia Amaro Area, en Benito Corbal. | // RAFA VÁZQUEZ

Hasta un 173% se incrementó a principios de este mes la participación de la población en los cribados del COVID, más de 700 personas cada día en la provincia, un interés que se ha disparado tras el real decreto del Gobierno que permite dispensar los test de antígenos sin prescripción médica y que facilitan el acceso al ocio nocturno en los concellos con estas restricciones. Ayer, en el primer día en el que las farmacias podían venderlos, las boticas constataban el gran tirón de demanda para las pruebas.

Poco después de abrir la Farmacia Ramos, en la calle Real, ya había vendido “un pack de 5 para una familia”, señalan sus responsables, un interés que se sumaba a “días anteriores en los que ya venía la gente a preguntar”. Situada en el Camino Portugués, recibe constantemente grupos de peregrinos y turistas, que con las familias y grupos de amigos que se organizan para salir constituyen el grueso de la demanda.

Por su parte, los profesionales de farmacia Amaro Area, en la calle Benito Corbal, estuvieron de guardia durante la madrugada, de modo que recibieron el primer impacto de peticiones. Su responsable explica a FARO que “toda la noche han estado demandando los test de saliva para hacer PCR, toda la noche”.

Ya a primeras horas de la mañana, esos mismos vecinos “vinieron ya a traer los tubos de saliva de la PCR”, mientras otros demandaban “test de antígenos”. Es una de las farmacias que constata que “nosotros detectamos mucho positivo” y que en estos momentos “la incidencia es muy alta”.

Semejantes respuestas se repetían en otros puntos de la ciudad. Los profesionales destacan que, especialmente, lo demandan numerosas familias con hijos adolescentes o jóvenes. “Al haber una persona joven que sí le dé positivo toda la familia se tiene que hacer un test de antígenos, que se están haciendo con rapidez, porque tienen el dato en 15 minutos”.

En caso de dar positivo, arranca el protocolo “con la llamada al número COVID y se harían la PCR”, indica la farmacéutica Carmen Area. Es una de las profesionales que recordaba ayer la importancia de dispensar estos test sin receta para reforzar la capacidad de detección, y de hecho el sector reclamaba desde hace meses que se modificase el real decreto para su venta en las boticas.

Los test se diseñan para identificar infecciones, ya sea agudas o tempranas, a partir de la presencia de proteínas virales (antígenos). La idea es maximizar tanto la accesibilidad como la identificación precoz de nuevos positivos, desde una red “con gran potencial asistencial como son las farmacias”, recuerda la presidenta del Colegio de Farmacéuticos, Alba Soutelo, que también incide en la gran capacidad de aportación en esta estrategia de los farmacéuticos “como profesionales sanitarios estratégicos en salud pública”.

“Es una fiebre por los test”, resume Eduardo Esteban, al frente de la Farmacia Esteban Droguería, en la avenida de Uruguay, “un gran interés de la gente por comprobar lo que tiene, por controlarse”. Al igual que varios de sus compañeros, en los últimos días “nos llamaban continuamente para preguntar si los teníamos ya”, una demanda que se ha materializado en compras ya desde primera hora.

También la patronal de las farmacias señala al interés generalizado. “Hay muchísima demanda”, indica a FARO Manuel Carrascal, presidente de la Asociación de Farmacias de Pontevedra, “y entre los que los demandan hay de todo, tanto en grupos de edad como poblacionales, por ejemplo vecinos y también personas turistas”.

A las cuatro de la tarde los test estaban agotados en la farmacia C. Carballo, en la esquina de las calles Oliva y Riestra, un buen reflejo del interés que despertaron durante toda la jornada los nuevos test. Especialmente, los clientes más jóvenes y también los turistas apuntan como principal motivación a la entrada en los locales de ocio.

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