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El drama del abandono animal

Sara Beltrán, ayer, con algunos de los perros que mantienen en el refugio en la actualidad. RAFA VÁZQUEZ

Hace escasas semanas lanzaban un SOS a través de las redes sociales informando de que habían tomado “la difícil decisión” de suspender las recogidas, ya que habían llegado a los 17 perros y todavía tenían tres en lista de espera. En la actualidad, llevan a cabo un sorteo de una noche en las idílicas Cabañitas del Bosque a través de Instagram con un único objetivo: dar a conocer su asociación y a los pequeños de cuatro patas a los que dan refugio.

Ohana es una protectora de animales de Pontevedra que inició su actividad hace poco más de un año en la comarca. Situada en Tilve, en Cerponzóns, dispone de un amplio terreno particular en donde los perros que recogen viven libres y en manada, además de contar con tres caniles, aunque ahora mismo uno está ocupado por Fiona y sus pequeñas crías.

En nuestra finca los perros viven libres en manada y no queríamos poner en peligro el grupo por incluir nuevos miembros

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Coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional del Perro, la presidenta de esta asociación pontevedresa, Claudia Ramos, hace balance de este primer año en el que no todo ha sido un camino de rosas: “Al principio fue muy bien, porque conforme los recogíamos, los iban adoptando. Durante los meses de enero y febrero es verdad que tuvimos muchas adopciones, pero es que en cuanto llegó el verano se paralizó todo y no dejábamos de recoger perros abandonados. Fue horrible, una auténtica locura, y nos vimos obligadas a poner freno a las recogidas”, cuenta Ramos.

En Ohana se encontraron de repente con casi una veintena de animales y “también nos vimos limitadas porque no somos una protectora al uso, en nuestra finca los perros viven libres en manada y no queríamos poner en peligro el grupo por incluir nuevos miembros”, destaca la presidenta de la asociación.

El abandono animal se incrementó de forma notable con la llegada de la época estival y en Ohana advierten que cada vez los perros que se están encontrando son “muy jóvenes”. Para Claudia no cabe duda de que este hecho está relacionado con la pandemia y con que “el año pasado había más limitaciones de movilidad y la gente se hizo cargo de ellos, pero ahora que hay más libertad, abandonan a los animales sin ningún remordimiento. Al abandono animal se suma la falta de adopciones y se incrementa el número de perros en las protectoras”.

Hoy en día es mucho más fácil poder planificar las vacaciones con los animales

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Por otra parte, en tan solo un año de actividad, Ohana ya ha tenido que denegar varias adopciones, ya que las mismas personas que adquirían un perro, posteriormente llamaban para “devolverlo”.

En este sentido, Claudia Ramos hace especial hincapié en que tener una mascota “es una gran responsabilidad” y también señala que “hoy en día es mucho más fácil poder planificar las vacaciones con los animales, ya que hay muchos alojamientos que permiten su entrada y también transporte adaptado. Aún así, hay gente que cuanto más tiempo tiene, menos le dedica a sus perros”.

En la actualidad, Ohana cuenta con la ayuda de unos 15 voluntarios para el cuidado de los animales rescatados y entre las formas de ayudar ala asociación están las de donar alimento, productos de higiene, aportaciones económicas a través de un grupo de Teaming que han creado o también apadrinando a alguno de los animales a los que dan refugio.

La entidad recogió 73 perros en tan solo un año de actividad

Poco después de la finalización del confinamiento en 2020, Claudia Ramos, Sara Beltrán, Iria Baltar y Jessica Cobas decidieron crear Ohana y sumarse a la red de protección existente en Pontevedra contra del maltrato y el abandono animal. En poco más de un año de vida, esta entidad recogió a un total de 73 perros abandonados , prácticamente todos en la provincia, de los cuales 56 fueron ya adoptados. Desde la asociación destacan que de los últimos cinco que han llegado a Ohana, cuatro fueron rescatados en el concello de Pontevedra, y hacen mención especial a la más veterana, Vera, que lleva esperando una familia desde que iniciaron su actividad.

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