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María Pereira nIldefonso Chacartegui nElba martín | Fuerteventura | Sevilla | Murcia

La libertad de viajar en un “hotel” de cuatro ruedas

Una familia, junto al puente de los Tirantes, en la zona habilitada para las autocaravanas. Rafa Vázquez

La libertad de movimiento que ofrecen, la comodidad de disponer de un espacio en el que comer o descansar cuando se viaja, de improvisar y de dormir y despertar en sitios espectaculares, son algunas de las principales ventajas que ofrecen las autocaravanas o las furgonetas camperizadas a la hora de hacer turismo.

Son unas impresiones que comparte Elba Martín, una turista procedente de Fuerteventura que, junto con su marido y su pequeño de cuatro años, recorre estas semanas las Rías Baixas en una autocaravana de alquiler. Recién llegados al área de servicio y pernocta de Pontevedra, Elba Martín cuenta que “este es un tipo de turismo muy cómodo cuando tienes niños y justo comentábamos estos días que en Galicia nos sorprendió la cantidad de zonas de estacionamiento que encontramos”.

El hecho de que esta canaria y su familia hayan optado este año por esta forma de viajar está relacionado con la pandemia, y es que según indica Martín, “así podemos evitar alojarnos en hoteles y también las aglomeraciones en los restaurantes”.

Precisamente, el perfil de una pareja con hijos, como es el caso de esta veraneante, es el que más demanda genera a las empresas de alquiler de autocaravanas de Pontevedra, que ya tienen prácticamente los meses de verano cubiertos en su totalidad.

Eugenia Blanco es la responsable de BoaVila Caravaning y apunta que la tendencia a viajar en estos “hoteles” de cuatro ruedas es similar a la de los años anteriores: la demanda es alta, pero sí han detectado que la pandemia ha modificado el tipo de usuarios que optan por pasar sus vacaciones haciendo uso de este tipo de vehículos.

Elba Martín, de Fuerteventura | R. V.

Vivir la experiencia

Antes del COVID, según explica la gerente de Boa Vila Caravaning, los usuarios de sus servicios eran personas a las que les gustaba el estilo de vida de hacer rutas de carretera sin renunciar a la comodidad de tener las necesidades básicas cubiertas. Sin embargo, Blanco asegura que, “con la pandemia, estas personas han optado por comprarse su propio vehículo y ahora los clientes que nos llegan son personas que nunca lo habían probado y quieren vivir la experiencia, pero que realmente son gente de alojarse en hotel. Sabemos que hay muchos que no repetirán”.

De la misma opinión es Andrés Durán, de Autocaravanas Van Van Go Pontevedra, quien afirma que a raíz de la pandemia “nos llegan muchos clientes nuevos, principalmente familias con hijos, ya que la gente que antes optaba por este tipo de turismo ahora ya disponen de camper o autocaravana propia”.

Con la pandemia, mucha gente ha optado por comprarse su propio vehículo y ahora los clientes que nos llegan son personas que nunca lo habían probado

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Asimismo, Durán señala que la demanda ha variado en cuanto al tipo de vehículo: “Aunque sean tres, piden una de cuatro plazas. El confinamiento provocó un cambio de chip y parece que ahora necesitamos más espacio; lo que más buscan son autocaravanas grandes”.

Tanto Van Van Go como Boa Vila Caravaning tienen prácticamente el verano cubierto, arrastrando el “boom” de los años anteriores, aunque este verano la mayor parte de clientes son turistas nacionales que las alquilan al llegar.

En este sentido, Eugenia Blanco destaca que en los meses de julio y agosto las reservas suelen ocuparlas turistas procedentes de Baleares, Canarias o Madrid, pero también clientes de Pontevedra y su comarca, de Sanxenxo y de O Grove. A nivel internacional, “otros años es frecuente que tengamos clientes portugueses, porque allí los vehículos son más viejos y los nuevos suelen tener costes muy elevados”.

En cuanto a los precios de las empresas pontevedresas en temporada alta, la media es de unos 140 euros al día en el caso de las furgonetas camperizadas y entre 150 y 180 euros al día para el caso de las autocaravanas, dependiendo del número de plazas y el tipo de vehículo.

Ildefonso Chacartegui junto a su mujer y su hijo. | R.V.

Con la casa acuestas

Sin prisa y con la casa a cuestas. Así viaja Ildefonso Chacartegui junto a su mujer y a su hijo, y es que este sevillano, que ayer tenía calzada su caravana en el área de servicio de Pontevedra, hace más de 15 años que optó por comprarse su propio vehículo. “Es una buena vivienda y lo que más nos gusta es que podemos llegar a sitios en los que normalmente no dormirías”, señala este turista, quien añade que ya había visitado Galicia y que, “aunque el área de servicio de Pontevedra está muy bien, el resto carece de espacios bien preparados para estacionar. Pero esto es algo extensible al resto de España”.

Chacartegui considera que este es un aspecto que se debería mejora, ya que “es un turismo que está en auge, y más con el Covid, que todavía es más cómodo porque la familia va unida y viajas de forma independiente. Yo siempre digo que no tengo prisa porque es como si estuviera en mi casa”.

María Pereira, a la izquierda, junto a su mujer y sus tres hijos. | R. V.

Cerca del vehículo de Ildefonso, se encuentra María Pereira, quien está pasando unos días en su Pontevedra natal con su mujer y sus tres hijos. Desde hace tres años, cuando se compró su propia autocaravana, dice que “en vez de venir a visitar a la familia y alquilar un piso, venimos a verlos en autocaravana, aunque este año hemos cambiado el recorrido, porque teníamos pensado viajar por Francia, pero con la pandemia solo haremos turismo nacional”.

Esta pontevedresa afincada en Murcia explica que se decantó por comprar el vehículo en su día “porque con los niños pensamos que era la forma más económica de viajar, y en tiempos de pandemia todavía más”. A modo de anécdota, cuenta que “el confinamiento lo pasamos en la autocaravana en un terrenito de mi abuela”, y asegura que para disfrutarla de verdad “este estilo de vida te tiene que gustar”, pero sin duda alguna lo recomienda.

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