Afrontar los gastos totales del hogar, desde la hipoteca hasta la factura de la luz, constituye una “carga pesada” para el 41% de las familias de Pontevedra. Así se pone de manifiesto en la Enquisa conxuntural a fogares que acaba de elaborar el Instituto Galego de Estatística (IGE) y referido al año 2020. Ese porcentaje de personas con dificultades para llegar a fin de mes es bastante menor que la que se registraba en los dos ejercicios con los que el IGE compara los datos del pasado año, ya que en 2015 eran seis de cada diez pontevedreses los que confesaban que esos gastos suponían una “carga pesada”, mientras que en 2010 se situaba en el 49%.
De este modo, en pleno año de pandemia, eran casi el 60% de los encuestados los que admitían que los gastos totales del hogar suponía “una carga razonable” o directamente “ninguna carga”. Es un porcentaje significativo y que pone de manifiesto que en Pontevedra este problema es menor grave que en A Coruña, Lugo o Vigo, mientras que en Santiago y Lugo son más los vecinos que confiesan que este no es su principal problema. Aún en mejor situación aparece Ourense, donde los gastos del hogar solo suponen una “carga pesada” para el 30% de los consultados. Resulta llamativa la mejoría de la ciudad de As Burgas en este capítulo, ya que en 2015 el hogar era una “carga pesada” para el 54% de los ourensanos.
El trabajo del IGE analiza también las principales quejas que formulan los pontevedreses en relación con su vivienda, tanto en el interior como en su exterior más inmediato. Ruidos, humedades o falta de servicios públicos son algunos de los aspectos analizados y donde más reclamaciones se formulan en la ciudad.
En el caso de los “problemas en el contorno de las viviendas”, el Instituto Galego de Estatística revela que el 23% de los pontevedreses se queja de deficiencias en el mobiliario urbano (bancos, papeleras o marquesinas) y otro 27% lo hace sobre la “insuficiencia de equipamientos deportivos”. También hay problemas por la lejanía de los servicios sanitarios de atención primaria, que afectan al 18% de los encuestados.
No obstante, la principal demanda de los vecinos se centra en el aparcamiento y casi el 35% de los pontevedreses se queja de aspectos como la falta de plazas, precios altos en los parkings y pocas áreas disponibles cerca de sus casas. Y es que el 82% dice disponer de coche para uso particular, pero solo el 71% cuenta con plaza de garaje o similar. En segundo lugar aparece el apartado del transporte público, con un 30% de quejas referidas a deficiencias en paradas, rutas o frecuencias.
También abunda el malestar (un 26% de los consultados) por la escasez de centros culturales y sociales públicos como servicios para la tercera edad o ludotecas y por la presencia de suciedad en el entorno de los edificios. Son menos frecuentes las reclamaciones por vandalismo (menos del 9%) o por problemas con la iluminación pública (algo más del 12%) pero sí crecen en cuento a deficiencias de urbanización (barreras arquitectónicas o mala pavimentación suponen una traba para el 24% de los consultados) y en materia de contenedores de reciclaje.
En cuanto a los problemas en el interior de las viviendas, destaca sobre todo el de las humedades, que afecta a más del 25% de los hogares, por delante del ruido, bien sea del tráfico o el producido por otros vecinos. Las deficiencias en el aislamiento acústico o térmico supone un problema parta el 19% de las familias, mientras que la falta de luz natural solo supone el 8% de las quejas.
Terrazas y superficies
El trabajo del IGE analiza también algunas características de las viviendas del municipio, un apartado que pone de manifiesto que la mitad de ellas dispone de terraza o jardín y en el mismo porcentaje se superan los 90 metros cuadrados de superficie. Estos dos aspectos pueden estar relacionados con la abundancia del parque de viviendas unifamiliares en el municipio, en torno al 25% del total, uno de los más elevados de España.
Según Estatística en Pontevedra apenas el 5% de los pisos tiene menos de 60 metros cuadrados, el porcentaje más bajo entre las siete ciudades gallegas. En Vigo se supera el 16% y en A Coruña se pasa del 15%. En cuanto a los inmuebles entre 60 y 90 metros cuadrados, en la urbe del Lérez, el 48% del total se sitúa en esta franja de superficies, mientras que las de tamaño superior suponen el 48%. Así, el 29% tiene entre 90 y 120 metros cuadrados y algo más del 19% está incluso por encima de los 120 metros. En este caso, Pontevedra se sitúa entre las ciudades con mayor índice de hogares grandes, solo superado por el 21% de Compostela. En Vigo son apenas el 12% y solo el 9% en A Coruña.
Más microondas que teléfonos fijos
El equipamiento de los hogares, en materia de electrodomésticos, ha evolucionado de forma significativa en la última década, sobre todo en lo que se refiere a los servicios de telefonía. Los teléfonos móviles están presentan en la práctica totalidad de las viviendas (casi en el 98% del total), mientras que los aparatos fijos continúan su declive. Hace diez años estaban presentes en el 77% de los pisos pero ahora apenas llegan al 67%. De hecho, hay ya más hornos microondas (cuentan con él el 89% de las familias) que teléfonos fijos. Otros aparatos cuyo uso cae de forma exponencial son la cámara de fotos y los reproductores de DVD.
En cuanto a las cámaras fotográficas, en 2010 estaba presente en el 64% de los hogares y ahora apenas llega al 35%. Y con los reproductores, el descenso es aún más acusado. Se ha pasado de una incidencia del 65% a menos del 24% actual. El lavavajillas se utiliza en algo más de la mitad de las viviendas pero la secadora apenas llega a una cuarta parte de ellas. Este último electrodoméstico no experimenta aumento en su uso con el paso de los años, ya que hace una década estaba presente en el mismo porcentaje. En cuanto a otro tipo de servicios, más del 90% de los hogares dispone de espacio para tender y secar la ropa, cuando hace diez años no llegaba al 80%, mientras que ocho de cada diez pontevedreses dispone en las proximidades de sus viviendas de contenedores específicos para la recogida selectiva de vidrio, envases y papel. Resulta llamativo este último apartado, ya que según el IGE, hace una década era mayor el porcentaje, muy próximo al 90%
