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Helados, el capricho estrella del reparto a domicilio

Las heladerías de la ciudad incorporan el servicio de entrega en el hogar para tratar de “paliar” los efectos de la crisis

Rubén Rodríguez hace entrega de un paquete de helados a su repartidor. | // RAFA VÁZQUEZ

El confinamiento domiciliario del pasado año 2020, junto a la restricciones sanitarias derivadas de la pandemia del coronavirus que impedían el consumo de alimentos en la vía pública, han llevado a las heladerías de Pontevedra a reinventar sus negocios. Así, entre las medidas adoptadas para reactivar el consumo destaca la incorporación de la venta de helados a domicilio a través de plataformas de “delivery”, como Uber Eats, Glovo o CayLu.

Bico de Xeado y Stromboli, en la calle Michelena, son dos de los establecimientos heladeros que llevan desde finales del año pasado, o principios del actual 2021, ofreciendo este servicio a domicilio a sus clientes. “Nosotros empezamos en noviembre de 2020, como vía para dar salida al negocio también en los meses de invierno, cuando el consumo en la calle cae significativamente”, explican desde Bico de Xeado. Y es que lo que comenzó siendo una medida para impulsar las ventas durante los meses fríos del invierno, acabó convirtiéndose en la solución para todos aquellos consumidores que “por incomodidad a la hora de quitarse la mascarilla para comer en espacios públicos” prefieren esperarse hasta casa para saborear los helados.

“Es cierto que durante las fases más duras de las restricciones, que obligaban a pararse en un lugar apartado para comer o fumar, los clientes se mostraron más reacios a pedir helados en el local. Al consumidor le gusta tomarse su helado mientras pasea y, en este sentido, el reparto a domicilio nos ayudó a mantener las ventas”, cuentan desde Bico.

En el caso de Stromboli, su propietario explica que fue en el mes de febrero de este año cuando decidió lanzarse al negocio a domicilio, a raíz de la alta demanda experimentada por sus minicruasanes bautizados como “ravacholitos”. “Al principio no pensé en los helados como producto de entrega en casa, sino en los ravacholitos, pero con la llegada del buen tiempo me atreví a incluir todos mis productos, desde helados a gofres”.

CayLu, una plataforma de envío de origen pontevedrés, es la encargada de realizar el servicio a domicilio en Stromboli. “Hasta ahora sólo operaba los fines de semana”, comentan desde la heladería, “pero comenzará a repartir este mismo mes también de lunes a viernes”, ya que el fin de las restricciones y el comienzo del período vacacional para muchos pontevedreses, auguran un próspero futuro en los negocios heladeros. La recogida en tienda es otra de las alternativas que se ofrece desde las heladerías. “Los clientes pueden venir y recoger en el local la tarrina del helado que elijan, para poder tomarlo también en sus casas”, indican en Bico. “Es una opción que funciona muy bien, tanto en verano como en invierno, cuando el clima o la lluvia desmotiva el consumo en la calle”.

El chocolate es el sabor preferido de los pontevedreses

Con la llegada del calor las colas vuelven a ser habituales en las heladerías de la ciudad, relegando, ahora sí, al reparto a domicilio a un plano más secundario. “La vía del envío se sigue manteniendo, pues no deja de ser un añadido al servicio en tienda. Sin embargo, en verano el negocio se encuentra evidentemente en el establecimiento a pie de calle”, relatan desde Bico de Xeado.

Un sinfín de posibilidades en cuanto a sabores se abren ante los ojos del consumidor cuando pone sus pies en una heladería. En Pontevedra, los maestros heladeros confirman que “el rey del verano” sigue siendo el chocolate, “en sus distintas versiones, desde el tradicional hasta el de kinder bueno”, y en los días más cálidos “triunfan los cítricos más refrescantes”.

En el ránking de los sabores más demandados siguen de cerca al chocolate los tradicionales de vainilla, fresa o nata. Pero para los más atrevidos existen opciones de todo tipo. En Bico de Xeado se pueden encontrar postres típicos reconvertidos en cremosos helados, como el arroz con leche o las natillas, y alternativas con distintivo gallego, como el de café de pota o la castaña. Porque en tiempos de crisis y pandemia, los helados siguen siendo la mejor forma de endulzarse la vida.

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