Una de esas escenas que de vez en cuando nos regala la naturaleza demuestran la formidable capacidad de los animales a adaptarse a una vida pegada a la ciudad. Ocurrió en Pontevedra y la protagonizan una familia de patos.

No habría nada de extraño en las incursiones de estas aves por el corazón de la urbe de la Peregrina de no ser por el comportamiento que muestran en el vídeo grabado por la Guardia Civil. Guiados por agentes de la Patrulla Fiscal y Fronteras de Marín, una mamá pato cruza la calzada seguida por una fila perfectamente formada de su prole de cuatro crías.

Toda esta plumosa familia patea el corto tramo de asfalto cumpliendo las directrices del guardia que les sigue detrás. Así, sin salirse del trazado del paso de peatones, consigue alcanzar sin riesgo de atropello el otro lado de la carretera por donde seguirán camino hacia su residencia natural, el río Lérez.