En el 85 aniversario del referéndum del Estatuto de Autonomía de Galicia, Samuel Diz (Tui, 1986) ofreció en el Museo un concierto muy especial, “Álbums de guerra: músicas para unha exposición”, con el que se rubricó la puesta en marcha de la nueva sección de la colección permanente. “Me hace mucha ilusión siempre tocar en museos”, indica el guitarrista, “especialmente poder trabajar este diálogo entre el Museo, las nuevas obras que se recuperan del depósito para exponer, y los tres autores que retrataron y reflejaron la guerra civil, para de ese modo hacer un diálogo con partituras”.
–¿Cómo ha seleccionado el programa del concierto?
–A partir de los tres artistas seleccionados para exponer en esta renovación de la narrativa de la guerra civil que se ha llevado a cabo en el Museo, Arturo Souto Feijoo, Uxío Souto Campos y Federico Ribas Montenegro, se plantea un diálogo con el Álbum de Guerra. En el caso de Arturo Souto a través de la vinculación con Rosita García Ascot, ambos tuvieron una relación muy estrecha en México y de hecho Rosita, que era compositora y música, se convirtió en galerista y Souto influyó mucho en esta decisión. También se recupera a otro artista, Uxío Souto, al que vinculo con un compositor, que Simón Tapia Colman, ambos vivieron el exilio en México y fueron profesores en el mismo instituto. Parto de una partitura inédita que publiqué el pasado año sobre este compositor y también incido en esa conexión vital y que se reencuentran ahora. Me ha hecho mucha ilusión poder ir tejiendo esta urdimbre de la historia y de la intrahistoria de la música y el arte.
–Se presenta una obra inédita, la “Suite para guitarra” de Isidro B. Maiztegui
–Es otra obra distinta, es una partitura de 1959 que el compositor Isidro B. Maiztegui, que era de origen argentino pero muy vinculado a Galicia, de donde era su madre y donde pasaba los veranos, y que mantuvo una estrecha relación con personajes como Luis Seoane e Isaac Díaz Pardo, grandes nombres de esta generación. Esta partitura Isidro B. Maiztegui se la entregó a Regino Sainz de la Maza, que era el guitarrista que en 1940 había estrenado el famoso Concierto de Aranjuez. Se la entregó en 1971 pero Sainz de la Maza nunca llegó a interpretarla, y en uno de mis trabajos en colaboración con el musicólogo Leopoldo Neri, él descubrió en el archivo de Regino Sainz de la Maza la partitura, que ahora interpretamos por primera vez. Es una recuperación completamente inédita, la primera vez que suena.
–La última vez que ofreció un concierto en Pontevedra fue premiado por ello con el galardón Ruiz Morales-Andrés Segovia…
–Así fue, fue hace justamente diez años, así de curiosas y paradójicas son las cifras. Eso fue en una época en la que aún era estudiante, y fue el premio de los cursos de Música en Compostela. Anualmente organizaban un concierto en el Museo, “Á luz dos candelabros”, yo tuve la suerte de tocar, salió muy bien todo y después recibí ese premio que lleva el nombre de los fundadores del curso. Fue en 2011, así que me hace ilusión volver aquí, a cerrar el círculo.
–El recital finaliza con una selección de obras de Federico García Lorca…
–Sí, y utilizo en este concierto de Pontevedra la réplica de la guitarra original de Federico. Tuve la suerte (de nuevo la vida, que te pone en este camino) de encontrar la guitarra de Federico, poder convivir con ella durante un mes y grabar con ella mi primer disco, “Memoria de la melancolía”, porque nunca se había grabado con esta guitarra; de modo que este trabajo no deja de ser también una recuperación sonora de un instrumento tan simbólico como esa guitarra, que está presente en la poesía y también en las memorias de mucha gente de esa generación. Ese disco es un homenaje a la escritora María Teresa León, otra figura clave en toda esta generación que vivió la guerra y el exilio.
–Es intérprete e investigador de la Generación del 27 ¿Qué enseñanza de ella deberíamos tener presente?
–Me fascina el carácter interdisciplinar de esta generación, su participación directa en muchas manifestaciones artísticas, las colaboraciones, y bebiendo de eso el mantenimiento de las relaciones vitales y el diálogo social. Y a nivel social y político es una generación que está muy cercana a lo que estamos viviendo ahora mismo, es un momento histórico en el que se desarrollan a nivel universal, pero también en España, unos valores que siguen siendo muy actuales, como el feminismo, el papel de las autonomías, la incertidumbre etc. Todos esos temas siguen siendo plenamente actuales.
