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Pontevedra recibió más de 80 consultas sobre diversidad sexual en el último año

La mayoría de asesoramientos fueron en apoyo y acompañamiento al colectivo trans

Varias personas se paran a fotografiar la bandera LGBTIQA que prende del balcón del Consistorio. | // RAFA VÁZQUEZ

El 28 de junio de 1969 el mundo fue testigo por primera vez de la lucha del colectivo LGBT por sus derechos. Se trató de una protesta contra una redada policial en el pub Stonewall de Nueva York. Ayer se cumplieron exactamente 52 años desde aquel momento y, puede que muchas cosas hayan cambiado desde entonces,pero la educación social y el respeto hacia las diferentes orientaciones sexuales e identidades de género es hoy igual de necesario.

Ada Otero es coordinadora del Centro de Información en Diversidade e Sexualidade (Cides) de Pontevedra que, creado en marzo del 2020, ya ha recibido más de 80 consultas. Ella mejor que nadie conoce la importancia de la orientación, formación y apoyo sin fronteras en temas de sexualidad para hacer frente a la discriminación. Ada estará hoy al frente de una charla en la Casa das Campás (20 horas) para hablar y reivindicar el derecho a la diversidad sexual junto a Fito Ferreiro, miembro de la ejecutiva de ALAS A Coruña, que acaba de demandar a la televisión pública gallega por acoso laboral por orientación sexual.

“De las más de 80 consultas realizadas, 60 se corresponden con sesiones de orientación, resaltando el trabajo a través de grupos de apoyo”

Ada Otero - Coordinadora del CIDES de Pontevedra

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“La inmensa mayoría de consultas en este casi año y medio de actividad fueron de acompañamiento y formación”, explica Ada Otero. El centro de información atendió durante los seis primeros meses “a tres personas que se convirtieron en usuarios constantes”, aumentando esta cifra “hasta siete” en fechas posteriores. “De las más de 80 consultas realizadas, 60 se corresponden con sesiones de orientación, resaltando el trabajo a través de grupos de apoyo”. Cifras estas “reveladoras” para Ada Otero, “que dejan constancia de la necesidad de las institución para la ciudadanía de Pontevedra, teniendo en cuenta lo poco que el centro se pudo promocionar debido a la pandemia”.

Y es que el coronavirus supuso un bache en el camino que el Cides comenzó a recorrer a favor de la igualdad y la integración justo un mes después del inicio del confinamiento, pero Ada Otero saca de las adversidades una visión pragmática. “La pandemia condicionó la realización de actividades de visibilización, por lo que se truncó todo lo que se había planteado en materia de promoción Sin embargo, la valoración en estos meses de actividad no es otra que positiva. Un montón de gente acudió porque nos buscó, lo que evidencia la esencialidad del servicio”.

De esta forma, la coordinadora confirma que al principio la mayoría de las consultas “eran telefónicas, por correo electrónico o Instagram”, pero que “desde septiembre comenzaron a retomarse las consultas en la sede”, algo que Ada aconseja “porque siguen existiendo la barrera de la vergüenza y esta se supera a través del contacto personal”. Además, los grupos de apoyo que hasta ahora trabajaban por unidades familiares a modo de grupos burbujas para la contingencia del virus, incrementan su aforo, constituyendo “una herramienta esencial para encontrar gente con la que compartir experiencias”.

Realidad transexual

Son muchas y muy amplias las acciones formativas y talleres que el Cides realiza en su día a día en Pontevedra. Pero si hay una que destaca sobre las demás es la referente “a formación en realidad trans”. “Las dudas más frecuentes suelen ser referentes a efectos de hormonas, trámites legislativos o referidos al DNI, discriminación en el ámbito educativo y problemas de aceptación”. En este caso, Ada alerta sobre “el aumento en las consultas de docentes y trabajadores sociales que llaman al Cides preocupados por las situaciones de acoso que presencian en los centros educativos”, y recalca “la importancia de brindar apoyo a los menores para que sigan adelante y no se sientan solos”.

“Las malas respuestas cuando personas del colectivo tramitan cambios de documentación, como es el caso del DNI, permanecen sin erradicar”

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Por otro lado, Otero detalla que “no sólo el acompañamiento en materia LGBTIQA representa el grueso de las consultas, sino que son muchas las peticiones de información que se reciben son por parte de personas ajenas al colectivo”. De hecho, la coordinadora destaca “el servicio basado en la revisión de documentos”, para atender demandas en temas lingüísticos y aprender a referirse con corrección a la comunidad LGBTIQA. “Desde periodistas a guionistas de teatro o creadores audiovisuales han recurrido al Cides para formarse en lenguaje inclusivo, y muy especialmente estudiantes que presentan sus trabajos de fin de grado. Además, trabajamos con institutos en la elaboración de unidades didácticas

Otro de las prestaciones más relevantes para la información en materia de diversidad sexual es la red de comunicaciones que se teje desde el Cides. Existen muchas lagunas de conocimiento en el caso de las personas que no habitúan a estar en contacto con el colectivo LGBTIQA, y desde el centro pontevedrés tratan de dar respuesta a estas necesidades. “Buscamos psicólogos especializados, filólogos o asociaciones...funcionamos como organismo que busca asesorar en derechos y libertad”.

“Muchos usuarios denuncian sufrir discriminación en instituciones públicas”

La coordinadora de Cides, Ada Otero, denuncia “una formación deficitaria en materia de sexualidad” y considera necesaria “la inclusión de la diversidad sexual” en los currículos educativos. Sin embargo, opina que “son los adultos quienes de verdad necesitan de formación”. En referencias concretas a la ciudad de Pontevedra, Ada explica que “existen infradenuncias”, personas que sufren de transfobia y homofobia, pero no se atreven a denunciarlo, “por temor a no recibir ayuda”. Se trata de temores que derivan de malas experiencias en instituciones públicas. La coordinadora indica que muchos de los usuarios del centro han recibido un mal trato en oficinas de atención o el Sergas. “Las malas respuestas cuando personas del colectivo tramitan cambios de documentación, como es el caso del DNI, permanecen sin erradicar”. “Lógicamente hay más conciencia social, pero los casos siguen existiendo”, aclara. En cuanto a la bandera LGBTIQA que desde el miércoles cuelga del balcón de la Casa Consistorial, Otero considera “que ya es reflejo de un mínimo de sensibilidad, pues hay lugares en los que ni siquiera se pone la bandera, sitios en donde las personas del colectivo no se consideran a salvo”.

La comarca luce los colores LGTBIQA

Los concello de Sanxenxo y Ponte Caldelas se suman a la celebración del Día del Orgullo vistiendo con los colores del arcoiris sus edificios y monumentos más emblemáticos. En el caso del municipio sanxenxino, la bandera LGTBI cuelga desde ayer del balcón de la Casa Consistorial, en un acto que “busca promover la visibilidad, la autoafirmación, la igualdad y la normalización de los derechos LGTBI”. En el parque de O Espiñeiro, en uno de los árboles se colocaron lazos multicolores en los que se puede leer: “Respeto” o “Atrévete a ser diverse”. En el caso de Ponte Caldelas, la bandera LGTBI fue proyectada en la noche de ayer sobre el puente que cruza el río Verdugo, y también en el balcón del Consistorio, que estrenó nueva iluminación. El banco multicolor situado al lado de la escultura del pescador está siendo, como en años anteriores, el “photocall” de vecinos y visitantes en esta jornada.

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