Las residencias de mayores vuelven a la normalidad tras un año y tres meses de restricciones, un periodo difícil que ha hecho mella en la salud y el ánimo de la población residente, como constatan los profesionales de la red pública. El delegado territorial de la Xunta en Pontevedra, Luis López, celebró ayer esta reactivación “prudente y con sentidiño”, aseguró, en la visita que realizó al centro de mayores de Campolongo.

Durante la misma explicó que el protocolo de reapertura y de nuevas medidas está vigente desde este pasado fin de semana y se decretó tras el avance en la vacunación frente al COVID, que ya llega al 100% de trabajadores y usuarios, “y a la seguridad sanitaria implantada en estas instalaciones por la Xunta”.

Luis López destacó “el buen hacer y la responsabilidad de trabajadores y usuarios de la red pública de atención a la tercera edad de Galicia, que fue fundamental para contener al máximo posible el coronavirus, especialmente en los momentos más difíciles de esta crisis sanitaria”.

Una vez mejorado el escenario, se vuelve a normalidad en estas residencias “con las máximas garantías de protección de la salud de los residentes y del personal, por lo que se pueden volver a hacer muchas de las actividades de antaño con seguridad”, señaló.

Por lo que respecta a las nuevas medidas en vigor, la Xunta indica que “se levanta la prohibición de salida al exterior de los residentes, que incluso podrán pernoctar fuera presentando una prueba negativa a su regreso; se flexibilizan las visitas recomendando que no concurran más de dos familiares y exigiéndose cita previa; se acepta el establecimiento de contacto físico; se eliminan los grupos burbuja para las comidas y actividades; y se mantiene el deber del uso de máscara, lavado de manos y ventilación de las estancias”.

El delegado territorial, acompañado por la jefa territorial de Política Social, María José Pérez-Izaguirre, y por los responsables del centro, hizo un recorrido por las instalaciones para conocer los protocolos de las nuevas medidas de reapertura, que incluyen en todo caso algunas limitaciones para evitar contagios y brotes.

En cuanto a los centros de día, se recuperan las rutas de transporte, se extienden las demás medidas comunes establecidas en las residencias y sigue siendo obligatoria la cobertura de la encuesta epidemiológica, el cambio de calzado en el acceso y, en el caso de los profesionales, la muda de ropa en cada turno de trabajo.