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Sanidade garantiza “alternativas para cada paciente” del centro Santa María

El servicio sociosanitario, abierto en 1949, cierra mañana de forma repentina tras la orden de la consellería | Algunos enfermos han sido trasladados y a otros se les ha dado el alta

Una ambulancia situada ayer en la parte trasera del centro, en la calle Arzobispo Malvar. | // RAFA VÁZQUEZ

El centro sociosanitario Hestia Santa María se ve obligado a cerrar sus puertas a partir de mañana después de que la Consellería de Sanidade así lo reclame por deficiencias estructurales después de un cambio en la acreditación del centro como hospitalario en lugar de sociosanitario, como venía funcionando. Según informó en la tarde de ayer el Sergas, la Consellería de Sanidade ha “gestionado alternativas asistenciales a cada paciente de la Residencia Hestia Santa María antes del cese de su actividad el 10 de junio”.

La consellería apunta que la autorización sanitaria que obtuvo en el año 2009 tipificó este centro como un hospital con capacidad de internamiento, estableciendo un plazo de 10 años de vigencia para a misma.

Transcurrido dicho plazo, tras la solicitud de renovación por parte de este centro asistencial, un equipo inspector de Sanidade realizó sucesivas visitas para valorar el cumplimiento de los requisitos técnico-sanitarios exigidos por la normativa que le resulta de aplicación, encontrando deficiencias estructurales que, por el tipo de edificación, no pudo proceder a su corrección, por lo que se emitió una resolución de cese de actividad.

El Sergas deja claro que desde la comunicación de la resolución del cese de actividad trabajó en el traslado de los pacientes allí ingresados para dar un recurso acomodado a su situación, manteniendo comunicación con las familias. Así, el pasado lunes se desplazó al centro un equipo de profesionales sanitarios conformado por un médico y una enfermera de Hospitalización a Domicilio - HADO- y una trabajadora social con el objetivo de evaluar la situación clínica y social de cada paciente ingresado.

De esta forma, el pasado lunes se habrían aportado alternativas asistenciales la cada paciente, por lo que algunos de ellos recibieron el alta y otros se derivaron a diversos centros sanitarios. Una parte importante de estos enfermos recibirán atención en el centro Hestia A Robleda, cera de Santiago.

Según explicaron ayer las trabajadoras y delegadas de personal junto al sindicato de comisiones Obreras, encabezado por José Luis García Pedrosa, la Consellería exige al centro un segundo ascensor además de cuarto de baño en cada habitación para poder permanecer abierto. Algo que no es viable en el edificio de Santa María por motivos de espacio además de que se trata de un edificio protegido y estas obras no podrían llevarse a cabo.

De este modo la empresa habría buscado un emplace similar en la comarca, sin éxito alguno. Hestia, que compró a finales de 2020 el sanatorio de San José en Vigo y habría propuesto realizar una reforma en este añadiendo dos plantas para crear un nuevo espacio y reubicar a los pacientes de Pontevedra. Según indican las trabajadoras Sanidade estaba conforme con esta solución el pasado mes de abril y había dado a la empresa un plazo de seis meses para ejecutarlo.

La sorpresa ha sido esta decisión repentina de cierre sin poder reubicar a los pacientes y trabajadores en Vigo, como estaba previsto. Según informaron las auxiliares de enfermería, en el día de ayer la mayoría de familiares aún no sabían qué iba a ocurrir con los pacientes pese a que el pasado lunes se les realizó a algunos PCR para garantizar su traslado a otro centro. Así las trabajadoras no entienden que no se haya podido esperar el plazo estimado de las obras y se haya forzado esta situación.

De cualquier modo mañana será el último día de funcionamiento de un centro que abierta sus puertas en 1949 y en el que nació toda una generación en Pontevedra, en la década de los 70, siendo uno de los principales centros de asistencia al parto. En la tarde de ayer comenzaron los primeros traslados así como el desalojo de material.

Este periódico ha intentado ponerse en contacto de manera insistente con la dirección del centro de Santa María sin éxito.

Plantilla en ERTE y movilizaciones diarias

Dado el cierre repentino, la empresa Hestia anunció en la tarde del pasado lunes un ERTE temporal a toda su plantilla en Pontevedra, formada por alrededor de 40 trabajadores. Según los trabajadores, este cese temporal de la plantilla sería hasta que finalicen las obras del sanatorio de San José en Vigo y puedan reubicarse allí las unidades actuales de convalecencia sociosanitaria y larga estancia sociosanitaria.

Sin embargo, el miedo de los trabajadores es que las obras se alarguen y la situación no sea sostenible en el tiempo. Por ello, el sindicato de Comisiones Obreras junto a las delegadas de personal anunciaron ayer movilizaciones a partir del jueves movilizaciones en forma de concentraciones delante de la delegación de la Consellería de Sanidade en Pontevedra a las 11.00 horas de la mañana que se repetirán diariamente a esa hora. “Lo razonable sería mantener la actividad como hasta ahora hasta realizar el traslado”, denunciaron. Paralelamente intentan abrir una vía de comunicación con la consellería

Las trabajadoras recuerdan que el centro tiene pacientes paliativos, con problemas sociales mayores y personas en espera de una residencia, algunos de ellos sin un hogar al que volver porque vivían en la calle, en una situación muy vulnerable.

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