“Hace tiempo que hablamos de la pandemia de la obesidad, mucho antes de que tuviésemos ésta”, recuerda Carlos Diéguez. El catedrático participó en el segundo Ciclo de Conferencias Aida Fernández Ríos que celebran la Real Academia de Ciencias y la Diputación, una oportunidad para recordar que este problema “tiene efectivamente todas las características de una pandemia porque afecta a toda la población mundial, está en franca expansión todavía y es una fuente de mortalidad importante”.

–¿Cómo es el escenario de Galicia en lo relativo a este problema sanitario?

– El escenario de Galicia es bastante parecido en general al de España. Por ejemplo si miramos los índices de sobrepeso y obesidad la media nacional está en un 28,6 y Galicia va por el 23%, de modo que con pequeñas diferencias, porque algunas comunidades tienen ratios algo más elevados que otras, pero en general el grado de obesidad en Galicia es alto, está por encima del 20% de la población.

–¿Les preocupa especialmente el impacto en la infancia?

–Es lo más preocupante de todo, que la obesidad es cada vez más temprana. El incremento de la obesidad en los niños está siendo mayor que en la población adulta, el aumento de la obesidad infantil es alarmante. Después lo que más nos preocupa en términos sanitarios es que todos sabemos que la obesidad lleva asociadas un montón de comorbilidades, desde diabetes a respiratorias o artrosis, y cuanto mayor tiempo de evolución de la obesidad mayor número de esas comorbilidades asociadas. Es decir, que si la obesidad aparece en la edad adulta el número de comorbilidades probablemente va a ser menor que si la obesidad aparece ya en etapa infantil. En este segundo caso lo que nos vamos a encontrar probablemente diabéticos antes de los 40 años, va a tener mayor riesgo cardiovascular a una edad temprana etc. Todo ello implica una reducción de la esperanza de vida.

–¿El confinamiento ligado al COVID ha empeorado el problema?

–A nivel práctico el dato que tenemos, que es muy parcial, de finales del pasado año, con indicadores obtenidos a partir de la primera ola. Básicamente lo que se encontró es que el 73% de la población en España ganó entre 1 y 3 kilos en esa primera ola. Es un incremento importante, imagínese que gana 1 kilo o 2 cada año lo que sumará en una década. El problema de los incrementos de peso es que suelen ser continuados y acumulativos, de modo que una persona que gana medio kilo al año al cabo del tiempo suma mucho peso.

–¿Por qué resulta tan difícil bajar de peso?

–Es muy difícil, sabemos que es difícil y hay dos teorías sobre por qué pasa. Una, que creo que es probablemente la más acertada, es que fuimos diseñados para ganar peso. En términos evolutivos, si pensamos en nuestros antepasados vemos que no tenían garantizado el poder comer todos los días, por ejemplo en días de nieve, o si en el mar había muchísimo oleaje, o si no tenían presas. ¿Eso que significa? Que tenían que asegurarse de que cuando hubiese comida pudiesen almacenar, así que diseñamos un tejido adiposo que puede acumular mucha energía, para que cuando llegasen épocas de hambruna pudiésemos tirar de ese depósito y sobrevivir. Y si alguien no era capaz de tener depósitos lo más probable es que en términos evolutivos muriese pronto y no tuviera descendencia.

–Así que fuimos diseñados para ganar peso

–Exactamente, solo que para nuestros antepasados el comer implicaba ir a cazar, a pescar, labrar la tierra, es decir un gran ejercicio físico, de modo que cuando comían ya habían hecho el ejercicio que justificaba esa ingesta. Ahora nuestro ejercicio físico es abrir la puerta de la nevera y poco más. Y eso se traduce además muchas veces en ingestas de alimentos poco adecuados nutricionalmente, hipercalóricos, ultraprocesados… Y eso tiene un efecto, que es que altera la percepción interna que tiene nuestro organismo sobre la propia ingesta, con lo cual cuando ganamos peso empezamos a distorsionar nuestros mecanismos de percepción, y eso hace que seamos menos sensibles a la ingesta que estamos haciendo, con lo cual seguimos comiendo más.

–¿Disponemos de fármacos para tratar este problema?

–Realmente lo que tenemos es todavía muy poco, pero últimamente han aparecido dos o tres fármacos que están funcionando bastante bien, me refiero a fármacos del sistema sanitario y recitados por especialistas. Están empezando a funcionar relativamente bien y la única pega que tenemos en estos momentos es que en la mayoría de los casos el sistema sanitario público no se hace cargo de la factura. Como son fármacos que también sirven para tratar la diabetes a veces sí se financian. Pero en la realidad en muchos de los casos de obesidades más masivas la única alternativa terapéutica que tenemos es la cirugía bariátrica, que en esta época que estamos hablando de la medicina molecular pues es lo más alejado que uno puede pensar de ella. Y nada sofisticado, obviamente si te quitan un trozo de intestino vas a absorber menos alimentos y por tanto vas a adelgazar, pero no es lo que uno esperaría de la medicina moderna.