Evitar que los excedentes de restaurantes y tiendas de alimentación terminen en la basura es el objetivo con el que nació la aplicación ‘Too good to go’, que cuenta con más de 38 millones de usuarios en todo el mundo y que el año pasado, en plena pandemia, aterrizó en Pontevedra, donde cuenta ya con 18 establecimientos de la ciudad que se han unido a su cruzada contra el desperdicio de comida, entre los que están las panaderías Acuña, Carrefour, Pumpernickel, Sargo Pescadería, Juncal Golosinas, A Tenda y Anxemí, entre otros.
El funcionamiento de esta app gratuita es muy sencillo: se muestran los establecimientos que el usuario tiene a su alrededor en los que puede salvar a un precio reducido, que oscila entre los 2 y los 5 euros, un pack sorpresa. Este lote es sorpresa porque varía cada día según el excedente que tenga el local, pero siempre con la garantía de que son productos frescos y de calidad y que simplemente no fueron vendidos a lo largo de la jornada y habrían sido desperdiciados. El pago se realiza a través de la propia aplicación y el pack se recoge en el establecimiento a una hora concreta, que suele ser poco antes del cierre.
Las empresas que forman parte de esta iniciativa global aseguran que la experiencia está siendo muy positiva y satisfactoria para ambas partes, pues el comercio no tira comida y gana dinero y el usuario compra a un precio reducido. “La respuesta de la gente está siendo muy buena. Los packs se agotan casi en cuanto se suben a la app”, apunta Andrés Acuña, copropietario de Panaderías Acuña, que tiene todos sus locales en ‘Too good to go’. Sus lotes sorpresa están valorados en 12 euros y en la app se pueden adquirir por menos de cuatro. Incluyen pan, bollería, empanada... el sobrante del día y se publica aproximadamente una hora antes del cierre del establecimiento.
Entre los comercios pontevedreses que se han unido a este movimiento destaca la pescadería Sargo, en el mercado de abastos. Prácticamente todos los días sube algún pack a la plataforma, que suele incluir alrededor de un kilo de pescado por el precio fijo de 3,99 euros. Desde calamar, rapantes, merluzas, abadejos, martiños... “incluimos pescado de todo tipo, cuando es muy caro lo repartimos en dos lotes para ajustar mejor, pero a nosotros nos ha venido muy bien esta aplicación porque así evitamos tirar comida”, explica el propietario, Víctor Manuel Blanco.
Desde finales de septiembre está la pescadería Sargo en ‘Too good to go’ con el objetivo de luchar contra el desperdicio de alimentos, pero también “con la idea de atraer a más gente joven al mercado, para que conozcan la pescadería y el tipo de pescado que tengo, y está funcionando muy bien”.
También le ha servido como promoción a ‘A Tenda’ de Lucía Cortizo, que participa en esta iniciativa desde noviembre y ya ha salvado gran cantidad de alimentos, sobre todo los perecederos como frutas y fiambres. “Subo por lo menos un pack al día, pero prefiero dar uno bueno que quedarme corta por ofrecer más. Es una experiencia muy positiva, porque la gente compra cosas que no iba a poder vender al día siguiente. Además, muchos de los que se han llevado un lote, después han vuelto a comprar a la tienda porque les ha gustado”, explica la propietaria del local situado en la calle Pintor Laxeiro.
Según la ONU, un tercio de los alimentos que se producen en el mundo acaba en la basura. Esto no solo supone un problema ético como sociedad, sino también uno medioambiental, pues estos desperdicios son responsables de entre el 8 y el 10 por ciento de las emisiones de CO2. Un ejemplo que ponen desde la misma app de ‘Too good to go’ es que tirar una barra de pan equivale a emitir el mismo CO2 que un coche tras recorrer un kilómetro.
“Formamos parte de un movimiento mundial”, celebra Andrés Acuña, “estamos involucrados en la defensa del medio ambiente y del desarrollo sostenible, y también en el fomento de una alimentación responsable. Es una forma más de colaborar con el planeta”.
Desde la aplicación, además de ponerse a la venta los packs sorpresa, también se ofrecen consejos y trucos para alargar la vida de los alimentos y para evitar desperdiciar en exceso en el propio hogar.
