La tecnología de última generación tiene en el campo de la cirugía uno de sus principales campos de aplicación. Galicia cuenta con dos ejemplos que pronto se ampliarán a nueve. Se trata de los robots para operar Da Vinci, disponibles en dos centros privados de Vigo y A Coruña. Ahora la Xunta destinará 20,5 millones de euros a comprar siete nuevos equipos destinados a cada una de las siete áreas sanitarias gallegas, permitiendo a la sanidad pública el acceso a estos dispositivos. Este sistema, que cuenta con más de tres lustros de vida, facilitan las operaciones laparoscópicas y la recuperación de los pacientes. Uno de esos robot será para el Complejo Hospitalario de Pontevedra. El jefe de servicio de Cirugía General y Digestiva, Alberto Parajó Calvo, describe sus ventajas.
–¿Para qué se utiliza este robot y en qué tipo de dolencias?
–El sistema robótico ofrece una visión optimizada, tridimensional y magnificación de la imagen, mejorando la identificación de las estructuras y una mayor precisión en los gestos quirúrgicos. Permite el acceso a campos profundos (obesidad, pelvis, hiato esofágico, tórax) o invertidos (pared abdominal) y emplea instrumentos articulados con mayor grado de libertad en los movimientos. Se va a utilizar en determinados casos de cirugía oncológica pélvica (recto, vejiga y próstata, útero-ovarios), abdominal (colon, estómago, riñón, hígado y páncreas) y del área otorrinolaringológica. Hay otras patologías concretas de suelo pélvico, esófago-gástrica, cirugía de la obesidad o pared abdominal en los que también es muy útil.
–¿Cuándo estará en funcionamiento y dónde se ubicará?
–En este momento no puede avanzarse una fecha concreta con exactitud, se trabaja con la previsión de septiembre, pero será durante el presente año. En Pontevedra se integrará en el bloque quirúrgico del Hospital Montecelo.
–¿Cómo influirá en la actividad quirúrgica? ¿Tendrá efectos en una mejora de las listas de espera?
–Esta tecnología ofrece al paciente mayor seguridad y calidad, diminución de la morbilidad, menor riesgo de conversión a cirugía abierta, menor pérdida sanguínea, menor dolor postoperatorio, una recuperación más rápida de la función intestinal, diminución de la estancia media en el centro hospitalario y reincorporación más rápida a la vida ordinaria. La cirugía robótica por sí sola no es la panacea ni va a resolver la problemática de estancias hospitalarias ni mejorar la gestión de las listas de espera, si los servicios implicados no han establecido antes las medidas adecuadas. Estas medidas ya se están aplicando en el Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, con la amplia implantación de la cirugía laparoscópica avanzada, la prehabilitación y la recuperación intensificada multimodal.
–¿En cuántos hospitales, gallegos y españoles, ya existe?
–Hay muchas comunidades españolas que ya han implantado la cirugía robótica en la cartera de servicios de la sanidad pública. En Galicia muy pocos centros de la sanidad privada cuentan con plataformas robóticas.
–¿Qué personal podrá utilizarlo? ¿Es necesaria alguna preparación técnica o de otro tipo?
–En el Hospital Montecelo la cirugía robótica será utilizada por los Servicios de Cirugía General y Digestiva, Urología, Ginecología y Otorrinolaringología. Se están creando equipos específicos por especialidad que permitan optimizar el uso de la cirugía robótica para cada indicación quirúrgica concreta, a los que progresivamente se incorporarán más profesionales, teniendo en cuenta el número de procedimientos que se irán realizando. Efectivamente hay un programa de capacitación específico de la propia empresa de sistemas robóticos, un programa de habilidades básicas estructurado y un programa avanzado para los especialistas quirúrgicos que se aplicará para los propios procesos quirúrgicos de su especialidad. Además esencial la participación de personal de enfermería entrenado en la plataforma robótica y que también va a completar un plan de formación específico.
