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El precio de los bajos comerciales baja y los inversores vuelven a la vivienda como apuesta segura

Dos bajos vacíos de una tienda de ropa y de una peluquería en la calle Castelao. // RAFA VÁZQUEZ

La incertidumbre provocada por la pandemia del COVID y la crisis económica que el virus ha provocado en todo el país también se han dejado notar de forma importante en el negocio de los bajos comerciales en localidades como la de Pontevedra, que debe buena parte de sus ingresos a la venta a pie de calle.

Los precios de alquiler han bajado considerablemente en el último año y muchos propietarios han cambiado el cartel de “Se alquila” por el de “Se vende”.

Desde las inmobiliarias de la ciudad se reconoce que los inversores ya prefieren destinar sus ahorros a la vivienda, “una apuesta segura siempre” y que en caso de contar con bajos comerciales en propiedad, la negociación de los precios está a la orden del día.

Los precios de alquiler han bajado considerablemente en el último año y muchos propietarios han cambiado el cartel de “Se alquila” por el de “Se vende”

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“En realidad, el bajo comercial ya era un producto que estaba en franca caída desde antes de la pandemia. Con la llegada del COVID la cosa ha empeorado y muchos propietarios consideran que ya no les compensa alquilarlos a bajo precio porque no reciben los beneficios que pensaban al adquirirlos. Cuando esas pretensiones no se cumplen, se animan a vender y el inversor se va al piso de alquiler”, aseguran desde la inmobiliaria “Bolboreta”.

En cualquier caso, diferencian el tipo de negocio, “ya que cuando el arrendatario tiene cierta estabilidad y se sabe que no va a dejar de pagar, sí que se animan a bajar el precio”.

Del mismo modo, desde “Micasa” indican que “todo lo que sean buenas oportunidades generan demanda, como ha ocurrido siempre”.

“Lo que ha provocado esta nueva crisis es que los precios se hayan reajustado a la baja. Ahora hay muchísima negociación entre los propietarios y quien desea alquilar”, afirman desde esta inmobiliaria.

Y es que, coinciden, “la inversión más segura es la de la vivienda”. “Por lo general, quien quiere invertir prefiere hacerlo en un apartamento pequeño, de dos habitaciones, que son los más fáciles de alquilar”.

Un local en alquiler en las Galerías de la Oliva. // RAFA VÁZQUEZ

En cuanto a los locales grandes, son un campo más atractivo para las empresas y grandes sociedades, no para particulares que tienen ahorros y no se pueden arriesgar a tenerlos parados en una propiedad que no son capaces de alquilar ni vender.

Por su parte, desde “Inmoponte”, añaden que la falta de espacios vacíos en zonas que ya se han perpetuado como comerciales (Benito Corbal o Peregrina) ha provocado que otras comiencen a estar en auge, como es el caso de la calle Michelena, especialmente en el último año.

“Y el hecho de que no haya bajos vacíos no es casual, sino que los propietarios quieren negociar para tenerlos en actividad”, recalcan.

Asimismo, hay ciertas condiciones que provocan que el negocio se mueva, como que los locales estén acondicionados, para no invertir en obra, o que el tipo de actividad no viva de la gente de paso, como las oficinas. “Es el caso de la zona de los juzgados, en la que se instalan muchos despachos”, indican en “Inmoponte”.

En este sentido, hay que recordar que el teletrabajo no ha supuesto la desaparición de los lugares en los que recibir a clientes, “porque la imagen no es la misma”.

Alquiler

  • Praza de Barcelos 4 €/m2
  • Cruz Gallástegui 17 €/m2
  • Michelena 33 €/m2
  • Sagasta 85 €/m2
  • Benito Corbal 96 €/m2

Venta

  • Virgen del Camino 845 €/m2
  • Paseo de Colón 950 €/m2
  • Rosalía de Castro 1.200 €/m2
  • Joaquín Costa 2.250 €/m2

El precio del metro cuadrado en alquiler de bajos comerciales en el casco urbano de Pontevedra va desde los 4 euros de media el metro cuadrado en calles como Santa Clara o la Praza de Barcelos, hasta los cerca de 100 euros por metro cuadrado en Benito Corbal o Sagasta.

Otras como Rosalía de Castro o Michelena suponen el término medio, entre 25 y 35 euros el metro cuadrado en alquiler.

En cuanto a la venta, la horquilla es más amplia y variada en función de la superficie total, de modo que hay bajos en Joaquín Costa a 2.300 euros el metro cuadrado o en Rosalía de Castro a 240 euros el metro.

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