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Pelucas solidarias para no venirse abajo por el cáncer

La AECC de Pontevedra pone a disposición de cualquier persona enferma su banco, que ya supera las 200 donaciones

María Sanmartín arregla una de las pelucas en la sede de la AECC. Rafa Vázquez

Uno de los momentos más duros para una persona enferma de cáncer es la pérdida del cabello con el inicio de la quimioterapia. Teniendo en cuenta que se trata de una cuestión que va mucho más allá de la mera estética, colectivos como la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) trabajan también en este ámbito para evitar que los pacientes se vengan abajo y reforzar su autoestima.

Con este fin nació el banco de pelucas de la AECC en Pontevedra, que ya supera las 200 y que están a disposición de cualquier persona de forma totalmente gratuita. Además, se aceptan donativos por parte de quienes ya hayan superado la enfermedad y quieran ceder sus pelucas para ampliar la variedad de esta reserva.

María Sanmartín, trabajadora social de la asociación, explica en qué consiste la iniciativa: “El banco de pelucas es en realidad un servicio que siempre ha tenido la asociación. A lo mejor no era tan conocido, pero siempre hemos tenido pelucas a disposición de la gente y que habían sido donadas previamente por otras personas”.

"Lo que queremos es que su autoestima esté bien alta, y esta es una contribución a ello”

María Sanmartín - Trabajadora social

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“Ahora tenemos mucha variedad, con pelucas de todo tipo: largas, cortas, pelo liso, rizado, rubias, morenas, pelirrojas, canosas... Lo que ocurre es que por cuestiones de espacio no las podemos tener expuestas. Las tenemos organizadas por colores”, informa. “Las hay sintéticas o naturales, en función de lo que nos va donando la gente”.

El proceso es muy sencillo, especialmente ahora con la pandemia del COVID. La persona contacta con la asociación y le cuenta como es su cabello, o le envía una foto, para que cuando se acerque físicamente hasta las instalaciones ya le tengan apartadas aquellas pelucas con las que más cómoda se puede sentir.

Además, desde la AECC permiten que se puedan hacer arreglos: cortar ligeramente el largo, teñirla, arreglar el flequillo... “porque lo que queremos es que su autoestima esté bien alta, y esta es una contribución a ello”.

Barbies de Pontevedra colabora en la promoción de pelucas. | // @BARBIESDEPONTEVEDRA

Un punto de inflexión

La pérdida del pelo marca un punto de inflexión en las primeras etapas del cáncer, “porque significa la visibilización de la enfermedad”.

“Es un momento crucial, porque la enfermedad no solo es un proceso médico, sanitario, sino que también afecta de forma muy importante a la autoestima. Al quedarte sin pelo muchas veces eres consciente de por qué estás pasando, además de hacerlo, en cierto sentido, público”, recuerda la trabajadora social.

“Una peluca o un pañuelo, que también tenemos en la asociación, puede ayudar a la enferma a sentirse más cómoda”, considera.

En este sentido, recalca que el hecho de optar por elementos para ocultar la calvicie “no es algo frívolo”, sino una forma más de hacer frente a la enfermedad.

“Muchas veces optan por la peluca y no por el pañuelo precisamente para evitar tener que dar explicaciones en su entorno, sobre todo si viven en pueblos o localidades pequeños. No siempre les apetece hablar ni enfrentarse a personas más indiscretas y lo que les decimos siempre es que tienen que preocuparse de su propio bienestar y no estar pendientes del qué dirán”, resume María Sanmartín.

“Muchas veces optan por la peluca y no por el pañuelo precisamente para evitar tener que dar explicaciones en su entorno, sobre todo si viven en pueblos o localidades pequeños"

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La caída del pelo siempre va asociada a los tratamientos. Con la quimioterapia el cabello vuelve a crecer, mientras que en aquellos casos en los que se requiere de radioterapia en la zona de la cabeza esa caída es definitiva.

Y esto le ocurre tanto a mujeres como hombres, aunque el banco de pelucas de la AECC esté pensado para las mujeres.

“No es que a ellos no les afecte como a ellas, pero sí que es más impactante en una mujer la pérdida”.

La Asociación Española Contra el Cáncer cuenta con la importantísima colaboración de las peluquerías. “Las clientas se cortan el pelo y lo donan; entonces las peluquerías nos traen una caja con coletas o las pueden traer las propias donantes”, indica la trabajadora social.

Todos los donativos se envían a la sede de la AECC en Madrid, desde donde mandan a una empresa especializada en crear pelucas.

“Ahora, con la pandemia, está muy parado ese proceso, por eso no le damos publicidad, todo lo contrario del banco, al que seguimos promocionando porque tenemos mucho stock”, puntualiza.

La promoción

Los medios de comunicación y las redes sociales son fundamentales para dar a conocer este tipo de iniciativas, tanto la de la AECC como las puestas en marcha desde las peluquerías.

El proyecto Barbies de Pontevedra (consistente en fotografiar a estas famosas muñecas en diferentes lugares de la ciudad) también ha aportado su granito de arena a esta promoción a través de la Peluquería Innovat, que cuenta con una sala específica para que las clientas puedan probarse las pelucas en absoluta intimidad.

“Fue la peluquería la que nos contactó y nos pareció muy buena idea, porque este tipo de campañas ayudan mucho a que quienes no han pasado por un cáncer entiendan qué significa la enfermedad y sus consecuencias”, explica Elisa Cotelo, que está detrás de Barbies de Pontevedra.


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