La franja litoral de Marín cambió por completo a lo largo del siglo XX. De aquella villa marinera que mojaba los pies en la orilla y sacaba las barcas de sus casas al terreno ganado al mar, pero que también lo aleja de él.
El puerto, el mercado, la plaza de España, los jardines, el ayuntamiento, los juzgados, la biblioteca, la avenida de Ourense, parte de la Escuela Naval Militar... hasta Cantodarea eran, no hace tanto tiempo, puro océano Atlántico.