"No hay razones objetivas, solo caprichos políticos, para que Ence no siga en su ubicación actual", ha defendido Enrique González, secretario del Comité de Oficinas de la compañía, en una rueda de prensa en la que analizó, junto al secretario de organización comarcal de CCOO, José Luis García Pedrosa, la mesa de diálogo convocada por la ministra Teresa Ribera, que tuvo lugar ayer en Madrid, y en la que, por primera vez, la empresa aceptó explorar un posible traslado dentro de Galicia y salir de la ría de Pontevedra.

Tanto González como Pedrosa insistieron en que es inviable que se mantengan los puestos de trabajo ante un hipotético traslado de la fábrica. "No nos creemos que sea posible el traslado de Ence", afirmó Pedrosa, que abogó por la "continuidad en Lourizán" de la empresa porque, asegura, "cumple la normativa". "Vamos a defender los puestos de trabajo con uñas y dientes", afirmó el secretario comarcal, que adelantó que harán movilizaciones si fuese necesario.

"No hubo propuestas concretas, solo caralladas para seguir en esta especie de ceremonia de confusión con que es posible el traslado y que se mantengan los puestos de trabajo", insistió Pedrosa, que calificó la mesa de diálogo como "un acto de propaganda con muy mala fe, porque transmite la idea de que ya hay vía de diálogo". En este sentido, teme que pudiera "influir en la posible sentencia de la Audiencia Nacional" sobre la concesión hasta el año 2073 y señaló que la ministra "podía adquirir el compromiso de tramitar una nueva concesión, algo que sí es posible".

Enrique González, por su parte, comenzó haciendo varias matizaciones a la citada reunión. Primero lamentó que no se hubiese celebrado en Pontevedra, "pues aquí y en la comarca es donde viven la mayoría de los trabajadores de Ence". También señaló que hubo "desproporción en la representatividad" y reclamó que se retiraran las sanciones que se interpusieron a las personas que participaron en la protesta frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Galicia, en A Coruña, donde decenas de empleados se manifestaron tirando petardos y con bocinas y bombos.