Quienes ayer navegaban por la ría de Pontevedra pudieron pensar en algún momento que un ejército extranjero nos invadía. Se trataba en realidad de los adiestramientos de la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE), con base en Rota, que durante dos semanas se encuentra en Galicia para realizar ejercicios en aguas y clima frío atlántico.
Los “boinas verdes” del Ejército desarrollan en este escenario de aguas frías sus entrenamientos de ejercicios contra la piratería y el terrorismo marítimo, como los que en la práctica han desarrollado en Irak, en la operación Atalanta contra la piratería en el océano Índico, la liberación del atunero Alakrana, o misiones especiales en ambiente marítimo sobre buques y sobre tierra.
Protagonizaron, entre otras, la liberación de una rehén francesa en Mali, en una operación desarrollada por los “boinas verdes” españoles a petición del presidente de la República Francesa Nicolas Sarkozy.
“Fue la única ocasión en la que una nación solicitó a otra que sus fuerzas le liberen un rehén”, recordaba a pie de muelle de Cruceros de la Escuela Naval Militar el comandante de la Fuerza de Guerra Naval Especial.
Ante él, los helicópteros del Cuerpo de Infantería de Marina de la Armada desarrollaban en la ría de Pontevedra un ejercicio de “helocasting”, para embarcar y desembarcar los operativos en medio del mar, tanto a través de embarcaciones como de buceadores de forma individual. Unos ejercicios que por su espectacularidad no dejaron indiferentes a quienes ayer paseaban por el litoral de la ría, o aquellos que se habían decidido a navegar ante todo un desembarco naval.
Una vez al año
Los “boinas verdes” del Ejército realizan estos ejercicios una vez al año en Galicia, desde hace tres, buscando un clima y unos escenarios con los que no cuentan en Cartagena. Buscan –como explica su comandante– unas temperaturas, cambios de marea, corrientes, altura de olas, etc., que les permite alcanzar “unos niveles de adiestramiento muy necesarios para nosotros”.
Los operativos de esta Fuerza de Guerra Naval Especial desarrollan misiones en cualquier parte del mundo y necesitan conocer todo tipo de escenarios y situaciones en las que desarrollan su tarea. Se trata de una unidad “que tiene una gran cantidad de misiones que tiene que ser capaz de cumplirlas en todo tipo de escenarios y de clima”, apunta el comandante.
Pero el entrenamiento que realizan en la Escuela Naval Militar sirve también como adiestramiento logístico, ya que hasta esta base militar de Marín tienen que trasladar todo el operativo de control en tierra, tiendas de planeamiento, técnicas de comunicaciones, que también forma parte de los ejercicios. En este despliegue se emplean incluso perros de intervención.
Además de buscar “nuevos retos para que no sea todo conocido; salir de nuestra esfera de control” –como resumió el portavoz del operativo–, su presencia en el litoral gallego y en la Escuela Naval en particular sirve también para que los futuros oficiales de la Armada, que se forman en este centro, conozcan esta unidad y puedan valorarla en su carrera militar.
La ENM, además de cederles el centro como base de operaciones, también colabora con la aportación de las embarcaciones de instrucción del centro. Y –al margen del duro trabajo– también orientan a sus invitados sobre los mejores lugares para comer, o disfrutar de sus pocos momentos de descanso.
Ejercicios
Las prácticas que desarrollaron en la tarde de ayer en la ría de Pontevedra consistieron básicamente en dos ejercicios, ambos sobre métodos de inserción o extracción a través de aeronaves.
En el primero de ellos, con los helicópteros situados próximos al litoral, los militares saltan al agua y tras ellos se lanzaba una embarcación neumática, con la que realizan un acercamiento a la costa. El objetivo de este ejercicio es hacer incursiones en tierra de forma sigilosa.
En un segundo ejercicio, los operativos especiales descienden con una cuerda desde el helicóptero. Pueden hacerlo tanto a demarcación en tierra como en el agua. En estas prácticas de métodos de inserción o extracción los operativos descienden o acceden a la aeronave en medio de las condiciones más duras.
En uno de los supuestos tácticos entrenados ayer se situaban unos objetivos en la costa “que forman parte de una operación típica nuestra, con un escenario en el que hay una base de un ejército aliado –en este ejercicio la Escuela Naval–, de modo que la Fuerza de Guerra Naval se mete en esa base que le apoya logísticamente”, explicaba el comandante del operativo.
La Fuerza de Guerra Naval estará hasta el próximo día 23 en Galicia, pero no realizan todos sus ejercicios en las aguas de la Escuela Naval. También se están desplazando hasta otros puntos del litoral gallego y así en los últimos días realizaron también un espectacular salto de paracaidistas en la ría de Ares.
Este cuerpo desarrolla sus ejercicios con el apoyo de diferentes helicópteros de la Flotilla de Aeronaves de la Armada Española, en esta ocasión helicópteros SH-60F y SH-60B de las 5 y 10 escuadrillas.
