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Lourizán insta a la Xunta a trasladar la planta de Placeres

Obras de mejora en la depuradora de Placeres. G. Santos

Augas de Galicia todavía no puede ejecutar la ampliación de la depuradora de Placeres porque carece de la autorización de Costas para ocupar los terrenos elegidos para esa obra, junto al campo de fútbol de Lourizán y la plaza de Placeres. Ese proyecto cuenta con el rechazo frontal de los vecinos, que ya han emplazado a la Consellería de Infraestruturas a buscar una nueva ubicación para esa planta porque “la Ley de Costas no permite esa ampliación y no se autorizará”. Ese aviso vecinal llega poco después de que el Ministerio para la Transición Ecológica hubiera dado permiso a la Xunta para ocupar 1.530 metros cuadrados al lado del mar para la instalación del segundo emisario submarino de Placeres, que se suma así al ya existente y al que se proyecta en la otra orilla de la ría, en Sanxenxo.

Los vecinos señalan que este primer permiso “estaba previsto que se otorgara”, pero aclaran que “no justifica la ampliación de la depuradora porque el Ministerio no puede autorizarla sin incumplir la ley”. Es por ello que preguntan a la Xunta “si no hay otra alternativa que ocupar terrenos de Dominio Públicos Marítimo-Terrestre” y emplazan a Augas de Galicia a comenzar a buscarlas.

Fue a finales de 2019 cuando Infraestructuras adjudicaba las obras de mejora (no de ampliación) de la depuradora por un importe de unos 13 millones de euros a la unión temporal de empresas Acciona Construcción, S.A. & Acciona Agua, que disponen de un plazo de ejecución de 27 meses, desde el inicio de las mismas, ya en marcha.

Fondos europeos

Esta actuación está cofinanciada por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder) en un 80%, en el marco del programa operativo Feder Galicia 2014-2020. “Permitirá mejorar sustancialmente a corto plazo la depuración de las aguas residuales de Pontevedra, Marín, Poio y Vilaboa, con el objetivo de cumplir los límites de vertido marcados por la directiva europea”, recalcaba entonces la Xunta. La intervención incluye la remodelación del tratamiento secundario existente, con el fin de garantizar la correcta depuración de hasta 900 l/ s de agua residual. La solución proyectada consistirá en la modificación del reactor biológico existente para disponer de un tratamiento de lecho móvil y una posterior clarificación de las aguas mediante un proceso físico-químico con lastrado por microarena. Adicionalmente, se ampliará la línea de fango para tener en cuenta las nuevas aportaciones y se realizarán una serie de actuaciones previas para mantener el funcionamiento de la depuradora durante las obras. Los trabajos se desarrollan en cinco fases: las actuaciones previas, la conversión de los reactores biológicos a lecho móvil, la implantación de una etapa de clarificación de las aguas depuradas, la reforma del edificio de control y la de la línea de tratamiento de fangos secundarios.

La “peor de Galicia”

Un informe elaborado por Ecologistas en Acción en el que se analizaron 288 depuradoras del litoral español sitúa a la estación de aguas residuales de Pontevedra como la que peor funcionamiento presenta en toda Galicia. Según su análisis, basado en los datos proporcionados por la propia Xunta, la Edar de Placeres registró incumplimientos de los requisitos establecidos para los vertidos de las aguas residuales en los tres indicadores que se midieron. Además, lo hizo de forma reiterada, en casi todos los meses del año 2019. Requisitos establecidos en la directiva marco del agua de la Unión Europa como en el Real Decreto 509/1996 referido al tratamiento de aguas residuales urbanas. “En Galicia es, sin duda, la que peor está”, explica Cristóbal López, portavoz de Ecologistas en Acción. “Simplemente no va, no funciona”, añade.

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