Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las lonjas de la ría, en mínimos de facturación

Un grupo de mariscadoras trabaja en un banco de la ría. Gustavo Santos

Los confinamientos, el cierre de la hostelería, las vedas y las clausuras de los bancos marisqueros han convertido a 2020 en el peor ejercicio de los últimos años para el sector pesquero y marisquero de la ría de Pontevedra. Así se pone de manifiesto en los datos de actividad del portal pescadegalicia de la Consellería do Mar referidos a los cinco pósitos de este litoral: Bueu, Poio, Marín, Pontevedra y Portonovo. Frente a los 17 millones de euros facturados en 2018 y los 14,6 de 2019, el año pasado se cerró con menos de 11,5 millones de ingresos, lo que supone un descenso del 22% en un año.

Y el panorama de este ejercicio tampoco parece el mejor. Si en 2020 se alcanzó una media económica de 950.000 euros mensuales, entre enero y febrero de 2021 esa media se reduce, por el momento, a 778.000 euros, si bien el primer trimestre de cada ejercicio no suele ser el más propicio para el marisqueo.

El descenso se debe a diversos factores, entre ellos incluso los positivos entre los trabajadores, pero la limitación de salidas durante varios meses y, sobre todo, el cierre de la hostelería, principal cliente del sector, han hecho mella en esta actividad. De hecho, el descenso de la facturación es significativo (alrededor de 3,2 millones de euros entre los cinco pósitos), pero más profunda es la caída en la cantidad de pescado y marisco subastado en estos cinco lugares, ya que se pasó de 2.700 toneladas a menos de 1.700, con una reducción de más del 35%.

Por localidades

El fenómeno es general en toda la ría, pero destaca el bajón de la lonja de Portonovo, en Sanxenxo, que se quedó en poco menos de 1,4 millones facturados, frente a los 2,3 del año anterior. Es una caída del 40%, por delante del 30% de Bueu y Pontevedra y el 13% de Marín y Campelo. Es precisamente la lonja de Poio la que se consolida en el primer lugar, desde el punto de vista económico, de todas las de la ría, ya que cerró el pasado año con 5,2 millones facturados, poco menos de la mitad del total. El valor de su producto, básicamente la almeja, contribuye a mantener el tipo en este pósito, que el pasado año puso en el mercado 400.000 kilos de almeja japónica (a una media de 9,5 euros/kilo), 37.000 de babosa (20 euros) y 12.000 de fina (34 euros/kilo), lo que supuso unos ingresos de unos 4,8 millones de euros. Solo con esos tres productos, Campelo duplicó a todo lo vendido en Marín, que llegó en todo el año a 2,1 millones.

Los peores meses del año fueron muy alternos y no coincidieron siempre con los del confinamiento. Eso sí, el de abril (en pleno estado de alarma), fue el de facturación más baja, apenas 320.000 euros, pero también fue muy importante el descenso en agosto, por ejemplo. En cambio, diciembre concluyó con más de 2,5 millones, por encima de lo registrado un año antes.

En la actualidad, todos los bancos marisqueros de la ría están abiertos, sin rastro de toxina, una situación que arrastran desde noviembre pasado, salvo cuatro días de clausura en diciembre en el fondo de la ría. Precisamente, fue esta última área, la más próxima al puente de A Barca, la que presentó peor panorama el pasado año en cuanto a cierres por toxina. Fueron 85 jornadas, muy por delante de las otras cuatro en las que se divide la ría, que no pasaron de 34 días de cierre en todo el año. Aún así, hubo otros cierres por exceso de lluvia.

Por su parte, los polígonos de bateas acumularon en 2020 un elevado índice de inactividad, por encima de los 250 días en cualquiera de los tres polígonos situados ante el litoral de Poio. A su vez, la Consellería do Mar acaba de autorizar el uso de la lista de reserva para cubrir tres plazas vacantes en los permisos de explotación del marisqueo a pie. En los tres casos, dos mujeres y un hombre, la solicitud llegó desde la cofradía San Telmo de Pontevedra, que efectuó varias solicitudes a la consellería sobre este asunto en los últimos meses.

Saneamento de la ría

Aguas de Galicia cifra en 32 millones de euros las obras que tiene en marcha dentro del Plan de Saneamiento de la ría. Detalla que son diez las “nuevas actuaciones previstas” que sumarán diez millones más, entre ellas un nuevo tanque de retención de A Seca y la mejora de la estación de bombeo de aguas residuales de Porto Campelo, en el municipio de Poio. La Xunta acaba de licitar por 141.000 euros, la redacción durante seis meses del proyecto constructivo de estas dos últimas actuaciones, Además de estas dos obras en Poio, hay seis previstas en Pontevedra y otras dos en Marín.

En el caso de Poio, se trata de estudiar alternativas y redactar el proyecto de un tanque pluvial en las inmediaciones del actual bombeo de Seca, para regular el caudal enviado a la Estación de Bombeo de Aguas Residuales de Porto Campelo, así como la mejora de las instalaciones de esta última, lo que supondrá una inversión de más de tres millones de euros. Augas de Galicia explica que “actualmente, el bombeo de A Seca recibe aguas residuales de una gran área de la red de saneamiento del municipio de Poio, que en tiempo de lluvia no tiene capacidad suficiente para bombear todo el caudal que recibe por lo que hay alivio al medio”.

La propuesta que se desarrollará en este contrato consiste en la ejecución de un tanque de retención con una capacidad útil de 500 metros cúbicos, previo al bombeo, para contener el caudal. Además, se propone la rehabilitación o renovación del bombeo existente. En el caso del actual bombeo de Porto Campelo, “recibe aguas residuales de un alto porcentaje de la red de saneamiento de Poio y las bombea al O Miradoiro, en las inmediaciones de la playa de Lourido. El bombeo alivia en la red de aguas pluviales, que a su vez vierte directamente al puerto de Campelo”.

En este caso, la propuesta prevista en el Plan de Saneamiento Local consiste en realizar un nuevo bombeo con una capacidad equivalente a la actual o mejorar la existente. El Plan de Saneamiento Local de la ría de Pontevedra contiene un programa de actuaciones con una inversión total de 47 millones de euros que la Xunta financia con recursos propios y fondos europeos. Subraya que “de momento ya hay obras en marcha por 32 millones y las 10 nuevas actuaciones previstas por la Xunta en el Plan de Saneamiento Local de la Ría supondrán una inversión de más de 15 millones de euros” .

La situación del sector

1 De 17 a 11,5 millones en dos ejercicios

Si 2018 finalizó con una facturación de 17 millones, en 2019 ya bajó a 14,6 y 2020 quedó en 11,5. Este año la media mensual es menor.

2 Campelo concentra cerca de la mitad

Son cinco las lonjas asentadas en la ría: Marín, Pontevedra, Bueu, Portonovo y Campelo y es esta la que factura la mitad: 5,2 millones.

3 El impacto del cierre de la hostelería

No es el único factor, pero si parece determinante. El cierre, total o parcial de la hostelería durante muchas semanas dejó al sector sin un cliente básico.

4 Las bateas, más de 250 días cerradas

Poco más de un centenar de jornadas en la que fue posible trabajar en las bateas frente a Poio, que sumaron más de 250 días en 2020 con toxina.

5 El saneamiento de la ría, vieja demanda

La Xunta anuncia nuevos avances en el saneamiento de la ría, una vieja demanda del sector marisquero de Pontevedra y Poio.

Compartir el artículo

stats