La parroquia de Santa María llevará la comunión a los enfermos e impedidos a sus domicilios particulares, a fin de que todas las personas puedan cumplir con el precepto pascual. Será el domingo, con motivo de la Octava de Pascua, pero debido a la actual situación de crisis sanitaria, el itinerario se realizará únicamente por el sacerdote, sin procesión, al término de la misa de las 11.00 horas.

La parroquia subraya que “se trata de una costumbre arraigada en Pontevedra desde hace siglos, ya recogida en la Tabla de Ceremonias de la Villa bajo el nombre de Domingo de Pascuilla, aunque en ocasiones haya sido nombrada erróneamente como Viático, por confusión con la última comunión de los moribundos”.

Aunque no habrá procesión, desde Santa María la Mayor se anima a los vecinos de la zona a engalanar ventanas y balcones, a fin de propiciar un ambiente festivo para acompañar el paso del Santísimo Sacramento. Uno de los párrocos de Santa María, Javier Porro, explica que “durante los próximos días los sacerdotes de la parroquia visitarán a aquellas personas que lo deseen es sus domicilios para que puedan hacer la Comunión Pascual como todos los años.

Asimismo, al igual que todos los días 11 de mes, la misa de este domingo a las 11.00 horas, contará con intérprete en lengua de signos. Además, el viernes 9, el sábado 10 y el lunes 12 de abril, habrá misas en la capilla de San Roque, a las 19.00 horas, con motivo de celebrarse el Triduo de San Telmo. Las celebraciones se ajustarán a la normativa vigente en materia de aforos, distancia de seguridad y medidas de higiene.