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La fábrica de los restauradores gallegos

La fábrica de los restauradores gallegos

Respeto por el transcurso del tiempo, incluso por lo que (a veces sin fortuna) vamos añadiendo; cuidado de nuestra memoria que, al fin y al cabo, es la última trinchera de nuestros tiempos (efectivamente quizás los hubo mejores, pero no eran los nuestros) y militando hasta el final contra los falsos históricos. Son algunos de los buenos puntos de partida de la fábrica de los restauradores gallegos, la Escola de Restauración de Pontevedra.

Profesores y alumnos de la Escola de Restauración recuperan piezas únicas del patrimonio de los monasterios | Un sarcófago de las Ruinas de Santo Domingo o piezas del monasterio de Samos, entre las obras que “vuelven a la vida” desde Pontevedra

Se trata del segundo centro de España de su especialidad, tras el de Madrid, y en sus talleres se llevan a cabo prácticas con obra real. Supervisados por sus profesores, pequeños grupos de alumnos trabajan durante meses en obras emblemáticas del patrimonio gallego.

Molde del petroglifo de Oia Gustavo Santos

La mayoría de las piezas proceden de iglesias y monasterios, pero también las hay arqueológicas (desde cerámicas a vidrios, metales o morteros localizados en las excavaciones de distintos yacimientos) o pictóricas, como pintura sobre lienzo, tabla, metal y mural.

Dedicaron 3 años de trabajo a un sarcófago de las ruinas de Santo Domingo

Entre las piezas más queridas, el sarcófago procedente de las Ruinas de Santo Domingo en el que alumnos y profesores han empeñado más de tres años de trabajo. En grupos con un máximo de 10 estudiantes, los docentes monitorizaron constantemente cada sucesiva intervención sobre esta pieza, al igual que hacen con todos los bienes culturales que se recuperan en este centro docente.

“Trabajamos con obra real”

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“Trabajamos con obra real”, recuerda Andrea Fernández, vicedirectora del centro académico, en cuyos talleres se restauran en estos momentos piezas de gran relevancia. Es el caso del taller de Escultura de Materiais non Tradicionais, donde se están recuperando caballos de juguetes procedentes de los museos de Lugo y Allariz, y también un impresionante bargueño realizado con distintas maderas nobles y marfil, que ha llegado a las aulas capitalinas desde el monasterio de Samos.

Recuperación de caballitos de Lugo y Allariz Gustavo Santos

El sarcófago llegó a la Escola de Restauración procedente de las Ruinas de Santo Domingo, a su vez uno de los edificios del Museo de Pontevedra. Éste también ha encargado al centro docente la recuperación de una escultura de Méndez Núñez “que es algo muy positivo porque en Galicia lo que más hay es granito, de modo que nos brindan la oportunidad de tratar con piezas distintas”.

Una técnico trabaja en la restauración de un cantoral. Gustavo Santos

Un bellísimo cantoral es otra de las piezas que cuidan los restauradores, que además de recuperar obras buscan perpetuar su recuerdo. Es la línea de trabajo en el caso del petroglifo de Oia, una pieza que está siendo erosionada por un río y de la que se ha hecho un molde, ya positivado y en el tramo final de reproducción, para conservar las características de la obra original. Cuidamos de la cultura, y también la seguimos creando.

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