Hace unos años José Acuña alquiló una autocaravana para hacer un viaje impulsado por sus hijas. Tras esta experiencia decidió vender su barco y comprar este vehículo. Desde entonces es un enamorado de este estilo de vida y desde hace dos años regenta un camping de autocaravanas en Canelas.
–¿Qué ocupación tienen esta Semana Santa?
–En este momento tenemos 52 plazas. En el puente anterior estuvimos completos, pero ahora estamos al 50% porque la situación sanitaria de Sanxenxo también afecta. La parcela más pequeña es de 40 metros cuadrados con todo los servicios de luz, wifi o agua.
–¿Cree que en cierto modo este tipo de turismo está mal visto en el sector?
–Nosotros desde septiembre del año pasado no hemos tenido ninguna ayuda hasta el día de hoy... Se ve mal es que está aparcado tres semanas en una playa o el que acampa poniendo su toldo o mesas. Las autocaravanas más baratas que hay aquí valen 60.000 euros. La gente es muy responsable, estos vehículos tienen depósito para las aguas grises y negras y no tienen por qué manchar absolutamente nada. Otro tema son las autocaravanas de alquiler.
"Desde septiembre del año pasado no hemos tenido ninguna ayuda hasta el día de hoy"
–Este año por las circunstancias del COVID hay mucha gente que se ha iniciado en este mundo.
–Sí. Quien prueba esto se engancha. Aconsejo siempre probar alquilar y varios modelos porque hay muchos y todos son bastante diferentes por dentro. Y así cuando llevan un par de años quieren cambiar enseguida a otro modelo. La gente joven suele optar más por una camper porque la tienen como segundo coche y la usan para ir a trabajar. Pero en realidad son igual de caras aunque las camperices tú. Este mercado aumentó muchísimo en cinco años. Ya venía evolucionando antes de la pandemia y ahora se animó más gente porque es muy seguro.
–¿Qué no puede hacer un vehículo de estas características en la vía pública?
–Se puede estacionar, pero no se puede echar toldo, estabilizar con tacos o abrir ventanas. Nada que se pueda hacer en un camping porque se considera acampar.
"Hay gente que viene en verano y se queda cuatro meses, se van a trabajar y vuelven"
–¿Qué perfil de clientes tiene?
–Tengo clientes que tienen parcela todo el año. Pero no porque la tengan aquí guardad, sino porque vienen y se mueven. Hay gente que viene en verano y se queda cuatro meses, se van a trabajar y vuelven. En esto (señala a las autocaravanas) se anda muy despacio, pero no vas con prisa porque es un viaje diferente.
–¿Hay competencia desleal?
–Hay cosas que no se pueden hace. En Poio aumentaron las plazas que tienen de caravanas habilitando el campo de fútbol de billarda para autocaravanas. Eso va en contra de todo el mundo porque es una competencia desleal y una masificación en un sitio que no está preparado para ello.
