La ciudad de Pontevedra redujo entre los años 2010 y 2020 el consumo energético, en lo que se refiere al ciclo del agua, en un 35 por ciento. Así, en 2010 necesitaba 3.831.000 kilovatios al año para el correcto funcionamiento del sistema de abastecimiento, mientras que el pasado 2020 este consumo se redujo hasta los 2.501.000 kilovatios, según informa este departamento municipal.

La traducción de este consumo de energía a emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera, da como resultado que en 2010 se emitían 923.099 kilos de CO2, mientras que en 2020 estas emisiones se redujeron hasta los 602.500 kilogramos de CO2 (el cálculo de las emisiones se realizó con el coeficiente de equivalencia de 2019, puesto que lo de 2020 aún no fue publicado). Se dejaron de emitir, por lo tanto, un total de 320.599 kilos de dióxido de carbono, lo que equivale a un bosque de 16.000 árboles, calculado a partir de que un árbol absorbe entre 10 y 30 kilos de CO2 al año (para el cálculo se utiliza la media de 20 kilos por árbol al año).

La Unión Europea fija en un 20% la reducción de emisiones de CO2 para el período 2014-2020

La Unión Europea fija en un 20 por ciento la reducción de emisiones de CO2 para el período 2014-2020, objetivo a alcanzar en 2020, por lo que Pontevedra supera esta meta en el funcionamiento del ciclo del agua, según indica el departamento que dirige la concejala Carme da Silva.

Objetivos

Cumplir, e incluso superar objetivos relacionados con la emergencia climática está en la línea de la estrategia Efecto PO2, en la que Pontevedra está enmarcando todo el trabajo realizado desde el campo local, para contribuir a la lucha contra el cambio climático y el mantenimiento del medio.

Estación de bombeo de Monte Porreiro

La Concellaría do Ciclo da Auga, que gestiona Carme da Silva, alcanza de este modo un alto grado de eficiencia del sistema de abastecimiento, no solo en lo relativo a rendimiento y eliminación de pérdidas de agua, sino que añade el ahorro energético como un aspecto fundamental y como consecuencia directa de todas las mejoras e inversiones realizadas a lo largo de los últimos años.

Entre las actuaciones más destacables para alcanzar el mencionado ahorro energético, se sitúan las obras de mejora en el rendimiento hidráulico, la puesta en marcha de la doble conducción del Pontillón de Castro, el cambio de bombeos para mejorar la eficiencia energética y acciones encaminadas a reducir el consumo.

Las inversiones y mejoras en instalaciones municipales lograron el ahorro

La red de distribución municipal de agua suministró un total de 9.561.088 metros cúbicos el pasado año. De ellos, un total de 4.667.413 van destinados a los municipios de Poio, Marín, Vilaboa y Bueu, y un total de 3.949.724 se destinan a los domicilios del ayuntamiento de Pontevedra, según los datos relativos al ejercicio 2020. A estos datos hay que sumar un total de 204.854 metros cúbicos registrados en suministros municipales con contador (por ejemplo, los Centros Sociales), lo que da un resultado de 8.821.991 metros cúbicos registrados por contador.

Salto de agua en la estación del Lérez

Así, el rendimiento de la red de abastecimiento municipal se sitúa en el 92,27%, superando el objetivo del 80% marcado a nivel gallego para el año 2023 y el 71% de media en ayuntamientos estatales de entre 50.000 y 100.000 habitantes, según el XVI Estudio nacional de suministro de agua potable y saneamiento, realizado por la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS) y la Asociación Española de Empresas Gestoras de los Servicios de Agua Urbana (AGA) publicado en 2020. Del 7,73% de agua no inscrita, las pérdidas del sistema se sitúan en el 2,9% correspondiendo el resto a servicios que no se registran en contadores.