"Quédate tranquila y te invito a la Coca-Cola". Es la respuesta que denuncia haber recibido una clienta de un local de Sanxenxo tras quejarse a la dueña de un presunto incumplimiento de las restricciones derivadas del COVID-19. Esta mujer compartió su experiencia en redes sociales, donde lamenta amargamente el perjuicio que los comportamientos incívicos causan a la hostelería local.

Según su relato, un grupo de once personas (el máximo permitido para no convivientes es 6) se congregó en una única mesa de una terraza en la calle Constitución. Tras "cachondearse" una de ellas de que "eran muchos" pidió a un camarero que acercase la mesa de al lado "por si venía la Policía para poder separarse", expone en su publicación.

Tras "cachondearse" una de ellas de que "eran muchos" pidió a un camarero que acercase la mesa de al lado "por si venía la Policía para poder separarse"

La denunciante reprochó al empleado que se dispusiese a acercar esa mesa al grupo, inhabilitada en cumplimiento de la normativa COVID. El trabajador llamó a la propietaria del local, que replicó a la clienta: "Son convivientes". Esta respuesta no convenció a la vecina de Sanxenxo, que le recriminó que no respetase los aforos, ni las distancias. "Quédate tranquila y te invito a la Coca-Cola", le espetó hostelera.

Esta actitud fue duramente reprendida por los allí presentes, según la denunciante, mientras que el grupo de once personas empezó a "increparme y gritarme que me fuese para mi casa o que mirase cómo están las terrazas en Madrid", relata.

La Policía Local acudió al lugar tras la denuncia de un vecino que, al parecer, grabó la tensa escena con su móvil.

"Me increparon y me gritaron que me fuese para mi casa o que mirase cómo están las terrazas en Madrid"

La denunciante critica duramente la actitud de esta empresaria: "Por culpa de gente como ella la hostelería del pueblo sufre cierres día sí y día también. Después cuando cierren que no se eche las manos a la cabeza". Y termina su queja con un alegato en defensa de la hostelería de Sanxenxo que cumple las normas: "Muchas gracias a los que sí me hacen sentir segura y al esfuerzo que hacen cada día, sobre todo a los negocios que sufren lo mismo que este y sí respetan las medidas".

Sanxenxo es el único concello del área de Pontevedra y O Salnés que se halla en nivel alto de restricciones. Sus 54 casos de COVID-19 a uno de abril suponen el 23,5% de todos los contagiados del distrito sanitario. Esto afecta principalmente a la hostelería, que ve reducida su actividad a las terrazas y con un aforo al 50%. Además, el número máximo de no convivientes que se pueden reunir en la calle es de seis personas, mientras que los encuentros en domicilios están prohibidos en toda Galicia. Los bares y restaurantes deben cerrar a las 21 horas y el toque de queda se mantiene entre las 22 y las 6 horas. Sin embargo, y a diferencia de hace unas semanas, este nivel alto no supone el cierre perimetral del ayuntamiento, que permite la entrada de visitantes.

**La noticia se ilustra con una fotografía de una terraza de Sanxenxo que sí cumple con la normativa COVID-19: mesas inhabilitadas y distancia de seguridad.**