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¿Fin a la fiebre del litio en la comarca?

Vecinos de A Lama y Cotobade temen una segunda vida para el macroproyecto minero Alberta 1: “Que sepan que seguimos aquí”

Una concentración en la zona 0 la semana pasada

El pasado verano, en plena pandemia del coronavirus, un nutrido grupo de vecinos de los concellos de A Lama, Cercedo-Cotobade, Forcarei y Beariz comenzaron a movilizarse preocupados por la creciente fiebre por el litio en la comarca. Alertados por otros macroproyectos mineros a lo largo de Portugal en busca del mismo mineral, descubrieron las intenciones de reactivar un antiguo proyecto para la extracción de litio que afectaría a los mencionados concellos: Recursos Mineros de Galicia (RMG) seguía los pasos de Strategic Minerals, una empresa canadiense que vendió la iniciativa minera que se remonta al 2012.

“Todo esto viene de hace una década. Las prospecciones para extraer litio en la zona empezaron en el 2012, cuando se dio permiso para extraer muestras” y llevar a cabo una primera fase de investigación a la hora de buscar rentabilidad en una antigua zona de explotación minera, explica Elena Buch, portavoz de los vecinos de la comarca pontevedresa en pie de guerra contra el proyecto, SOS Suído Seixo. Entonces, cuenta, el proyecto pasó sin pena ni gloria, paralizándose sin que los vecinos “llegasen a saber lo que se les venía encima”.

La entrega de alegaciones en el Concello de Cotobade

“Ahora se retoma, suponemos que al ser multinacionales marca el marcado. Hace diez años no había tanta demanda de litio como ahora”, señala, un precio a pagar por el paso de los derivados de petróleo a los eléctricos. “El fantasma de la transición energética lleva a que se recuperen este tipo de proyectos”, asegura Buch.

Explosiones cada 8 horas

Bajo el nombre de Alberta 1 se poryecta una explotación de litio subterránea con Beariz como zona 0 y una extensión de 60 parcelas mineras que se extienden a Cercedo-Cotobate, A Lama y Forcarei. Son cerca de 1.700 hectáreas en donde se encuentras núcleos de población muy próximos y explotaciones ganaderas y agrícolas que se verían afectadas.

“Las viviendas más próximas en concellos como A Lama se encuentran a 300 metros de lo proyectado, lo que implica descenso en la calidad de vida. Hablamos de una mina con explosiones constantes, Alberta 1 valora un ritmo de explosiones cada ocho horas con turnos ininterrumpidos de dieciséis”, apunta Buch.

A las molestias por el ruido, se le añaden todo tipo de temores asociados a la extracción de litio: contaminación, radiación y riesgo de desplome del terreno. “Estos proyectos tienen una gran repercusión a nivel medioambiental y entrañan riesgos de producción de aguas ácidas. Los residuos de esta mina afectarían al río Verdugo, al Lérez y al Miño”, comenta la portavoz, que muestra su preocupación por la vida en los concellos en torno a la riqueza natural. “Los ríos generan turismo y hay pesca. También las explotaciones agrícolas se muestran contrarias”.

A pesar de los riesgos conocidos, desde la plataforma denuncian la falta tanto de una evaluación de impacto ambiental como de un plan sólido de restauración, requisitos para la tramitación que los llevó a interponer alegaciones al proceso de concesión de permiso de explotación solicitado por RMG a la Xunta. “Los planes de restauración son ridículos, no tienen relación con la realidad: no mencionan que va a haber radiación cuando tendrían que asumir que los trabajadores van a estar expuestos a radón elevado y se contradicen en otros puntos. No te puedes fiar de un proyecto lleno de irregularidades”, resume Buch.

Las iniciativas que buscan permiso en la comarca. // SOS Suído Seixo

Las iniciativas que buscan permiso en la comarca. // SOS Suído Seixo

Por ello, a pesar de que en noviembre la Xunta denegó el pase de explotación por falta de documentación (requerida por parte de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil) temen que no se le haya dado carpetazo al proyecto, primera pata para un plan mayor. A Alberta I le siguen Alberta II, Macarena, Maite y Carlota: diferentes iniciativas en las que creen que se esconde un macroproyecto fraccionado para así conseguir licencias. “Que sepan que seguimos aquí, pendientes de la empresa”, asegura Buch.

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