Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lo que engancha adoptar a un policía

Vandor, de 11 años, con su nueva compañera, la pontevedresa Rosa Arístegui. Gustavo Santos

Una pontevedresa repite dando un hogar a un perro jubilado de la Guardia Civil

La tan ansiada jubilación no siempre es dorada cuando se trata de un animal, salvo que de intermediaria se encuentre la asociación “Héroes de 4 patas”, una ONG nacida en 2015 para buscar familia a perros de trabajo jubilados pertenecientes a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, seguridad privada, Policías Locales y Ejército.

Vandor, un precioso pastor alemán de pelaje espeso y brillante de 11 años, es uno de esos afortunados. Se encuentra desde hace unos días en Pontevedra, una ciudad idílica para los perros: peatonal, con poco tráfico, con amplias zonas verdes... y, por si esto fuera poco, le ha tocado en suerte la mejor familia posible, con la pontevedresa Rosa Arístegui a la cabeza.

Vandor es el segundo agente abuelete que llega a casa de la pontevedresa Rosa Arístegui

decoration

Y es toda una suerte para el peludo porque a ella ya se la puede incluir en el listado de expertos en la adopción de canes que trabajaron para las fuerzas de seguridad, en este caso para la Guardia Civil. Vandor es el segundo abuelete de este cuerpo que llega a su casa, tras Berry, otro pastor alemán al que adoptó en 2017 y que falleció hace dos años por causas naturales y propias de su edad. Su hermosa historia también la contó entonces FARO.

Vandor y Rosa. Gustavo Santos

Rosa Arístegui, que reconoce ser una absoluta enamorada de los perros mayores, guardó casi dos años de “luto” por Berry antes de animarse a contactar de nuevo con “Héroes de 4 patas”. Entonces le hablaron de Vandor, “un perro con gran personalidad y muy serio”, asegura riendo. “Si es que le encanta jugar”, confiesa.

"Me dijeron que era un perro con una gran personalidad y serio, y le encanta jugar"

Rosa Arístegui - Adoptante de Vandor

decoration

Fueron meses de proceso para formalizar la adopción, ya que la ONG siempre busca las mejores familias para sus perros y viceversa. En este caso quedó claro que la casa de Vandor iba a estar en Pontevedra. “Esta vez fue más rápido, porque con Berry se dilató años, pero ahora ya me conocen y saben cuáles son mis circunstancias, donde vivo...”, explica la pontevedresa.

Y aunque la raza de su anterior adoptado y el actual es la misma, no así la especialidad en su profesión. Ambos trabajaron en la Guardia Civil, sí, pero Berry era un gran perro buscador de explosivos, mientras que Vandor lo es de drogas.

  • Berry, de perro policía en Melilla a jubilado en Pontevedra

    El pastor alemán disfruta de su adopción por una familia después de trabajar una década detectando explosivos con la Guardia Civil

Este tema no deja de divertir a Rosa Arístegui, por las situaciones con las que se pueda encontrar en el futuro en plena calle, ya que en caso de detectar estupefacientes, el perro actuará como ha estado acostumbrado toda su vida: olfateando con intensidad, moviéndose alrededor y, finalmente, sentándose. Lo del ladrido como broche de oro está más en el imaginario colectivo que en la realidad.

“Me ofrecían uno joven, pero siempre tienen más posibilidades de adopción, así que yo tengo claro que quiero uno mayor”

Rosa Arístegui - Adoptante de Vandor

decoration

Para la pontevedresa la llegada de este nuevo can a su vida es todo un regalo. “Me ofrecían uno joven, pero siempre tienen más posibilidades de adopción, así que yo tengo claro que quiero uno mayor”, recalca.

A finales de febrero, Vandor viajó desde Madrid hasta Lugo con una voluntaria de la asociación de adopción, Sandra, y hasta esta provincia Rosa se trasladó con un compañero para recogerlo. “No me canso de dar las gracias a Héroes de 4 patas y a la Guardia Civil por confiar de nuevo en mí”, dice en tono sincero.

“Estamos como locos con él en casa, encantados, nos ha llenado la vida”, apostilla.

Rosa pasea a Vandor por el puente de O Burgo. Gustavo Santos

La maravillosa labor de la asociación “Héroes de 4 patas”

“Héroes de 4 patas” nació en el año 2015 impulsada por varios agentes de la Policía Nacional amantes de los animales y empeñados hasta la saciedad en buscar familias ideales a los perros que durante toda su vida han servido en las Unidades Caninas. Precisamente esta entrega a un servicio único e irremplazable a la sociedad, un trabajo que solo ellos pueden hacer, es lo que hace que sea tan importante para la ONG lograr la adopción de estos particulares agentes. Aunque la carrera profesional de estos animales suele ser de una media de ocho, nueve o diez años, no todos ellos tienen el mismo estado de salud. También hay en adopción otros más jóvenes que no resultaron aptos para la labor policial. En las redes sociales de “Héroes de 4 patas” se pueden ver a aquellos peludos que están retirados buscando familia. Ruki, Nora, Koka, Nibor, Adam, Mosdo, Dólar, Harley... y muchísimos más que completan el listado siguen aguardando a que alguien se fije en ellos y les dé la jubilación feliz que merecen.

Compartir el artículo

stats