La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, afirmó ayer que la futura ley de Cambio Climático “no tiene nada que ver” con la situación actual de la fábrica de Ence en Pontevedra.

Preguntada en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros sobre la posibilidad de que la nueva ley provoque el desmantelamiento de la fábrica de la pastera en Pontevedra, además de afectar a otras 5.000 instalaciones solo en esa comunidad, la vicepresidenta ha contestado con un “rotundamente no”, ya que no depende de la ley de Cambio Climático ni del artículo 18 de ésta.

Teresa Ribera: "No hay ninguna instalación en Galicia que se vea afectada por esta ley"

“No hay ninguna instalación en Galicia ni en ningún otro sitio del litoral que se vea afectada por la ley de Cambio Climático. De hecho no hay ninguna que tenga ningún problema en Galicia, y hemos trabajado con todas y cada una de las instalaciones que tenían algún tipo de preocupación al respecto”,manfiestó Ribera.

Respecto a la situación de Ence, que paralizó las inversiones de 400 millones de euros en la planta de Pontevedra a la espera de la sentencia de la Audiencia Nacional sobre la legalidad de su prórroga hasta 2073, la vicepresidenta del Gobierno cree que se está generando “una confusión que no beneficia en absoluto a la gente, ni a los vecinos, ni por supuesto a los trabajadores”. “Lo mas importante es explicar que no tiene nada que ver la ley de Cambio Climático en este debate”, explicó la vicepresidenta.

En la línea que ya subrayaron desde su departamento en las últimas semanas, según Ribera, el principal problema de la compañía es que tiene recurrida ante la Audiencia Nacional la prórroga de la concesión y está pendiente de resolución, por lo que importante es “entender qué quiere hacer Ence en estos años que tiene por delante seguro respecto a la concesión vigente”.

En cuanto al futuro de los empleos de la compañía si se produce un eventual traslado de la planta, Ribera afirma que estarán “encantados de acompañar” a las administraciones competentes en cualquier plan de generación o recuperación de empleo que lleven a cabo.

La compañía aseguró hace unas semanas que solo invertiría en Pontevedra si obtiene la seguridad jurídica necesaria que les garantice que van a seguir operando más allá de 2033. La falta de seguridad jurídica le obligaría a un recorte de las inversiones que no lograría amortizar en tan corto espacio de tiempo. También llegaron a comunicar que si se limita su prórroga hasta 2033, la fábrica se vería abocado a un cierre rápido y ordenado de la planta antes de esa fecha. No obstante, Ence también aseguró ayer que ahora está revisando su plan industrial de Pontevedra para identificar “las inversiones necesarias para que la planta pueda seguir en operación como mínimo hasta el año 2033”.