La empresa Ence afirma que impulsa la eficiencia energética en sus dos líneas de negocio, la celulosa y la energía renovable, y en todas sus plantas de producción, como parte de su apuesta por la sostenibilidad y la economía circular. En el caso de las dos fábricas de celulosa de la empresa, situadas en Pontevedra y Navia, “la madera certificada, materia prima natural y sostenible, es el punto de partida de un proceso productivo en el que se fabrica la pasta de papel, con la que se elaboran productos reciclables, capaces de sustituir al plástico y a otros materiales no reciclables”, expone la compañía.

La empresa explica que ha llevado a cabo importantes inversiones en ambas plantas para avanzar en materia de eficiencia. Así, en Pontevedra las inversiones puestas en marcha para la mejora de la eficiencia y el comportamiento ambiental hasta 2019 alcanzaron los 132 millones de euros, 163 en el caso de la asturiana.

En estas fábricas Ence genera energía renovable utilizando biomasa forestal, es decir, los materiales procedentes de la madera que no se destinan a la producción de celulosa: corteza y lignina. Esta última, la lignina, es un componente de la madera que constituye un biocombustible renovable y natural. De este modo, ambas plantas son capaces de autoabastecerse energéticamente, al tiempo que contribuyen a reducir la intensidad energética y la huella de carbono.

Genera energía con biomasa forestal, es decir, los materiales procedentes de la madera que no se destinan a la producción de celulosa

Gestión de residuos

Ambas plantas fueron reconocidas con el certificado “Residuo Cero” de AENOR, que reconoce la aquellas organizaciones que llevan a cabo una gestión más eficiente de sus residuos y que son capaces de valorizarlos. Además, la planta pontevedresa de Ence obtuvo recientemente la certificación ESO 50001 de Eficiencia Energética, y la de Navia está en proceso de conseguirlo también, según expone la compañía. Se trata de una norma de aplicación voluntaria que acredita su compromiso y preocupación ambiental para contribuir a reducir la emisión de gases de efecto invernadero, así como que su consumo energético se hace de manera racional. “La generación de energía renovable con biomasa constituye un claro ejemplo de eficiencia energética”, indica Ence. Se trata de un proceso en el que se ponen en valor restos agroforestales que, de otro modo, podrían llegar a suponer un problema ambiental, debido al riesgo de quemas incontroladas e incendios que implica su acumulación.

Carga de madera en Ence

Por otro lado, la generación con biomasa contribuye a combatir la denominada “España vaciada” y a generar empleo en el ámbito rural, como indica la compañía. Por eso, la producción eléctrica con biomasa favorece la descarbonización y coadyuva a caminar por la senda de una transición energética justa, añade Ence.

Plantas de energía

En sus plantas independientes de energía, la puesta en marcha de plantas fotovoltaicas destinadas al autoconsumo es otra de las apuestas de Ence por la sostenibilidad, la innovación y el desarrollo de las energías renovables en España. La instalación de este tipo de plantas es una solución innovadora que reduce los consumos auxiliares de las instalaciones operativas, aumentando así la ecoeficiencia energética y el compromiso ambiental de la compañía, según explica en un comunicado.

Trabajadores de Ence

“Estas soluciones innovadoras consolidan a Ence como una referencia clara de la tecnología de autoconsumo y las energías renovables en España y forman parte de la estrategia por la sostenibilidad de la compañía, que está firmemente comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por las Naciones Unidas”, concluye.

La plantilla quiere reunirse con la ministra

Trabajadores de Ence y transportistas de madera trasladaron ayer hasta A Coruña, ante la Delegación del Gobierno en Galicia, la protesta que tenían previsto celebrar en Madrid ante el Ministerio de Transición Ecológica. Lo hicieron más de 150 personas –según los convocantes–, y con una pancarta con el lema “PSOE Entérate! Ence non se pecha! Non ao artigo 18 da Lei de Cambio Climático”. Fue una movilización convocada por CC OO y con una sentada y corte de tráfico a la altura de la plaza de Ourense, frente a la Delegación del Gobierno, después de prohibirse la que tenían previsto celebrar en Madrid.

Dos representantes de los empleados fueron recibidos por el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, al que le pedirán que interceda para que se le conceda una reunión con la ministra para Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Sostienen que la empresa tiene pendiente de inversión 200 millones de euros del plan estratégico de la compañía, “paralizados debido a la situación de inseguridad jurídica que genera la tramitación en el Congreso de los Diputados de la Ley de Cambio Climático”. De aprobarse su actual redacción, supone el fin de la concesión en el año 2033, “lo que provocaría el cierre de Ence mucho antes y la pérdida de más de 5.000 empleos”, dicen.