Las dos jornadas del cribado masivo en el campus de Pontevedra han arrojado tan solo un positivo asintomático entre los participantes en las pruebas.
El Sergas ha decidido que para reanudar las clases con las mayores garantías posibles de seguridad en plena pandemia nada más adecuado que un testeo al alumnado en todos los centros gallegos.
En el campus pontevedrés se llevó a cabo en la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte. Sin embargo, la convocatoria no contó con demasiada participación, lo que aumenta el riesgo entre la comunidad universitaria. Según informan fuentes sanitarias, de las 3.254 personas convocadas, el lunes y martes solo acudieron a someterse al test 1.471. Esto supone una baja asistencia de poco más de un 45%.
En cualquier caso, tan solo se detectó un positivo.
Participaron 1.471 de los 3.254 citados
Esta baja participación del alumnado universitario contrasta con la de una media de un 70% que están teniendo los cribados poblacionales que se realizan en los municipios a criterio del Sergas.
No hacerse la prueba e incorporarse a las clases pone en riesgo a aulas completas, así como al profesorado y el resto de trabajadores del campus universitario, de ahí que las autoridades sanitarias insistan en la necesidad de participar en este tipo de cribados.
Los resultados de esta convocatoria contrastan con la anterior, realizada a finales del mes de octubre, cuando se detectaron ocho positivos también asintomáticos con las pruebas rápidas de sangre del COVID. En esta ocasión se ha optado por el test nasofaríngeo.
La Universidade de Vigo cuenta con un Servicio de Prevención en Riesgos Laborales
La Universidade de Vigo cuenta con un equipo especializado en el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales (SPRL), que en caso de que se detecten positivos es el encargado de ponerse en contacto con el Sergas, así como los propios afectados, para que se inicie el protocolo que frene cualquier brote confirmado.
Incluye las medidas propias de prevención como la disposición de gel hidroalcohólico, señalización vertical y horizontal, espacios que permitan mantener las distancias de seguridad y, sobre todo, cómo se debe actuar en caso de que surja un positivo, con el aislamiento temporal pertinente. Por supuesto, el uso de la mascarilla es obligatorio en todas las situaciones, hasta en la práctica deportiva.
Asimismo, las facultades del campus han puesto en marcha fórmulas de enseñanza telemática y mixtas siempre que la situación lo ha requerido.
