El Partido Popular de Pontevedra, a través de su portavoz del área de Personal, Pepa Pardo, ha reclamado la dimisión de la concejala de Cultura, Carmen Fouces, y la readmisión de la exgerente del Pazo de Cultura, Pilar Portela, tras la sentencia que ha declarado su despido como improcedente.

Pepa Pardo ha valorado la sentencia del juzgado de lo social número 3 de Pontevedra: “No es sostenible que la concejala Carmen Fouces continúe ostentando las competencias en materia de personal después de este varapalo judicial al Concello y, en particular, a su gestión”. La indemnización que fija el juez, añadida al “finiquito” a la trabajadora, rozan los 150.000 euros, “una cantidad que ahora tienen que asumir todos los pontevedreses”: “Se penaliza a toda Pontevedra con un gasto innecesario de dinero público por una decisión política del BNG”, manifestó.

“No es sostenible que la concejala Carmen Fouces continúe ostentando las competencias en materia de personal después de este varapalo judicial al Concello y, en particular, a su gestión. Pontevedra no merece que la responsable de los trabajadores municipales tenga este tipo de actitudes y comportamientos. Su dimisión debe ser inmediata”, ha sentenciado la popular. 

Pardo defiende que se readmita y reincorpore a Pilar Portela, una postura que apoyan también todos los sindicatos con representación en el Concello de Pontevedra. “No puede ser que el BNG asuma como normal pagar tal indemnización, a costa de todos los pontevedreses, por una decisión caprichosa e ideológica de los nacionalistas”, dice la popular.  

En esta línea, ha querido rechazar las alegaciones efectuadas por la concejala Carmen Fouces “al declarar que no hubo ninguna advertencia por parte de ningún servicio municipal sobre dicho contrato”: “El contrato que publicamos hace una semana sí que tenías informes desfavorables y a la señora Fouces no le parecían importar entonces. Creo que estas son las declaraciones de un gobierno que muestra una cobardía sin parangón”.

Sobre la forma en la que se le notificó el despido, “después de más de 20 años de servicio, recién incorporada de una baja laboral, en medio de una pandemia y de una situación económica y social sin precedentes”, Pardo ha sostenido que las maneras “fueron indecentes”.

Pardo ha añadido que “a la vuelta de esquina el Concello tiene otro juicio por acoso laboral”: “¿Cómo puede ser concejal de Personal quien no respeta a los trabajadores? ¿Cómo puede ser concejal de Personal quien no entiende de negociación y sí de imposición? ¿Quién prefiere gastar cantidades ingentes del erario público antes que readmitir a una trabajadora injustamente despedida? Es inconcebible”, ha mantenido Pardo.