El desplome de casos de COVID-19 en las últimas semanas ha permitido a la Xunta aliviar las severas restricciones impuestas hace un mes. Estas han llevado a una caída de los infectados del 60% desde que el área de Pontevedra alcanzó su pico, el pasado 4 de febrero con 2.613 diagnosticados. El Sergas informa este martes de 1.036 casos activos, 42 menos que ayer y 1.577 menos que hace 19 días.

Sin embargo, este pronunciado descenso de la curva de contagiados no se ha trasladado a la presión hospitalaria, que continúa con unos índices elevados. Esto hace que los concellos del área sanitaria se mantengan en el nivel dos de restricciones a pesar de que gran parte de ellos tienen una incidencia acumulada inferior a los 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Los datos referentes a la hospitalización apenas han experimentado cambios en las últimas 24 horas. Los pacientes críticos se mantienen estables, 17, mientras que en planta se notifica un ligero descenso hasta los 62 (-2).

En las últimas horas se han detectado un número de nuevos contagios muy reducido, tan solo 17, lo que da muestras de la contención del virus.

Las víctimas mortales se han elevado a 147 tras la muerte en Montecelo de un hombre de 56 años sin patologías previas. El área conserva la menor tasa de mortandad de Galicia a causa del COVID-19. Desde el pasado mes de marzo, el patógeno ha afectado a 12.145 personas, de las que 10.964 se han curado (58 en las últimas horas). El total de PCR asciende a 161.219, tras realizarse ayer 347 que arrojaron tan solo 17 positivos.